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Adolfo Suárez: una vida en quince fechas

Lunes, 24 de Marzo de 2014

1. 11 de junio de 1968. Suárez es designado gobernador de Segovia. Este cargo – el primero de importancia en el seno del franquismo – inaugurará su camino hacia el poder futuro y le permitirá conocer personalmente a Franco al que rogará que los segovianos no sean ciudadanos de segunda clase. Con todo, durante su ejercicio, pudo verse trucado el futuro de Suárez al tener lugar el desastre del Conjunto residencial Los Ángeles de San Rafael en el curso del cual murieron cincuenta y dos personas. El responsable fue Jesús Gil, pero Suárez se precipitó al lugar del desastre y se puso a echar mano de la pala. No se hundió políticamente por un pelo.

2. Octubre de 1969. Suárez sufre un parón en su ascenso político. Aunque se le había anunciado que sería ministro de Información y turismo, la cartera fue a parar a Alfredo Sánchez Bella. Suarez se consideró entonces “cabeza de turco” de una lucha por el poder en el seno del franquismo porque haberlas las había. Lo consoló su padrino político, el opusdeísta, Luis Herrero Tejedor instándole a saber esperar.

 

3. 6 de noviembre de 1969. Suárez es designado director de RTVE. Suárez aprovechará el cargo para promocionar Ávila, su provincia natal – los Martínez, protagonistas de una serie televisiva, veranearon ese año en la citada provincia castellana – y también para conseguir que el futuro periodista Luis Herrero, hijo de Herrero-Tejedor, pudiera tener un autógrafo de Roger Moore, a la sazón, conocido como El santo. Datos como ésos permiten comprender hasta la saciedad la carrera de Luis Herrero que no es hermano de Antonio Herrero como creen muchos. Al abandonar el cargo, la audiencia de TVE había aumentado considerablemente. Curiosamente, cuando su valedor Herrero-Tejedor muriera en un accidente de automóvil, Suárez instó a la familia a dar por buena la versión oficial y a no realizar averiguaciones.

 

4. 27 de diciembre de 1975. Suárez toma posesión del cargo de ministro secretario general del Movimiento en el edificio que ahora es el Círculo de Bellas Artes.

 

5. 8 de marzo de 1976. Torcuato Fernández Miranda comunica a Adolfo Suárez que, tras el fracaso de Arias Navarro, puede convertirse en el próximo presidente del gobierno. Suárez ni rechaza la idea ni sugiere que Torcuato Fernández Miranda puede ser una persona más adecuada para el ejercicio del cargo. Torcuato recordaría siempre la manera en que Suárez no se había molestado en negar cuál era su ambición.

 

6. 3 de julio de 1976. Suárez es incluido en la terna entre cuyos miembros el rey designará al futuro presidente de gobierno. Juan Carlos I, efectivamente, le encargará la formación de un gobierno que llevará a cabo un programa que incluiría una amnistía y el avance hacia las libertades.

 

7. 15 de diciembre de 1976. Referéndum de la ley de reforma política impulsada por Suarez y, previamente, votada por las Cortes franquistas. La trituración del régimen franquista comienza de manera formal, pero la mayoría de sus prebostes ya habían comenzado a colocarse para el día después años antes de la muerte del dictador.

 

8. 27 de febrero de 1977. Suarez se reúne clandestinamente con Santiago Carrillo, secretario general del PCE. Ambos acuerdan la legalización del PCE que tendría lugar en el famoso “sábado santo rojo” de 9 de abril del mismo año. Un sector del ejército no perdonaría jamás a Suárez haber dado ese paso.

 

9. 15 de junio de 1977. Al frente de la UCD, una coalición que incluye desde los socialdemócratas a los democristianos pasando por liberales y antiguos personajes del Movimiento, Suárez gana las primeras elecciones democráticas. Durante su primer mandato, asentó el sistema democrático; logró la promulgación de la constitución de 1978, refrendada por un referéndum nacional, e inauguró el estado de las autonomías. De manera bien significativa, los grandes problemas para Suarez vendrían en el futuro no sólo del acoso creciente del PSOE – a fin de cuenta, la principal fuerza de la oposición - sino de sectores muy concretos de la derecha que dividieron su partido y acabaron forzando su dimisión. Detrás, como poderes más fácticos si cabe, estaban el rey, la iglesia católica, el ejército y la patronal.

 

10. 23 de febrero de 1981. En el curso de la votación de investidura del sucesor de Suárez, un grupo de guardias civiles, encabezados por el teniente coronel Tejero, entra en el congreso. Mientras los diputados buscaban refugio frente a los disparos lanzándose al suelo, Suárez se encaró, en un ejemplo de deslumbrante gallardía, con los golpistas. Sólo Gutiérrez Mellado, resistiéndose a la vil zancadilla de Tejero, estuvo a la altura de Suárez. Los golpistas aislaron de manera especial a Suárez. Lo odiaban más que a Carrillo.

 

11. 24 de febrero de 1981. Sofocada la intentona golpista, Suárez, que es consciente de su comportamiento el día anterior, solicita del rey el continuar al frente del gobierno. Juan Carlos I le informa de que semejante posibilidad no resultaba factible.

 

12. 12 de junio de 1982. Suárez intenta convencer a Leopoldo Calvo-Sotelo y a Landelino Lavilla para que la UCD forme un gobierno de coalición con el PSOE del que él mismo sería presidente evitando el estallido del centro y un triunfo aplastante de la izquierda. El centro se habría salvado y Felipe González no habría llegado a la presidencia del gobierno, pero Suárez seguía siendo objeto de un odio generalizado.

 

13. 31 de julio de 1982. Ante la disolución creciente de la UCD, Suárez presenta públicamente su nuevo partido que se denominará el CDS o Centro Democrático y Social. Semejante acción lleva a Calvo-Sotelo a disolver las cortes para frenar el posible avance de Suárez. La torpeza de Calvo-Sotelo y de los partidos de centro-derecha se traducirá en una clamorosa victoria del PSOE que se perpetuará en el poder casi década y media. La iglesia católica – siempre atenta a los cambios y tejemanejes del poder – mediante repetidos mensajes de los obispos comenzó a saludar con incienso al PSOE meses antes de su triunfo en las urnas.

 

14. 22 de junio de 1986. El CDS de Suárez, con casi el diez por ciento de los votos, se convierte en la tercera fuerza política en el parlamento. Su entrada, poco después, en la Internacional liberal le proporcionará una enorme proyección internacional. La victoria de 1986 será, sin embargo, su canto del cisne. Su acercamiento a la AP de Fraga para gobernar en algunas alcaldías – entre ellas la de Madrid que gobernará su compañero de partido Agustín Rodríguez Sahagún - se traducirá en el abandono de la mitad de su electorado que había soñado con que Suárez fuera un fuerza de centro que sustituyera en la Moncloa a Felipe González, pero que, a la vez, rehuyera la derecha rancia que representaba Fraga.

 

15. 29 de octubre de 1991. Tras la derrota electoral sufrida en las elecciones de abril del mismo año, Suárez – que había dimitido de la presidencia del CDS renuncia a su escaño. Su paso por la vida política había concluido. Su historia se la escribirían otros cuando no pudiera defenderse.