El primero es una entrevista que hace unos días publicó Rambla libre y que tiene que ver con la actualidad española de manera más que directa. Crean que siento un profundo dolor viendo otra vez divididos a los españoles con ocasión de la mal llamada Memoria histórica. La Transición tuvo muchos defectos y los consigné con detalle en mi libro El traje del emperador que llegó a ganar un premio de ensayo. Sin embargo, hay que reconocerle virtudes y una de ellas – quizá la más importante – es que superó el enfrentamiento entre las dos Españas y no impuso a una sobre la otra. La maldad perversa de Rodríguez Zapatero – uno de los políticos más nefastos de la galería de infinitos políticos nefastos de la Historia de España – decidió regresar a la división de los españoles como manera de perpetuarse en el poder eternamente. Su conducta fue miserable y dañina hasta unos extremos que todavía no podemos captar del todo. Sin embargo, lo peor es que no concluyó con él. Desde hace década y media, la izquierda y los nacionalismos catalán y vasco han descendido a un grado de vileza verdaderamente repugnantes. Su leyenda negra de Franco – a fin de cuenta, el que los derrotó en la contienda fratricida – amenaza con convertirse en verdad oficial.
Esa pésima circunstancia y la lamentable actitud del PP y Ciudadanos de no complicarse la vida no sea que los tachen de fachas ha terminado por provocar que los nostálgicos de la dictadura aprovechen para difundir la leyenda rosada. Es algo muy típico de los españoles que parecen, en su mayoría, incapaces de asumir la Historia en bloque y diferenciar lo bueno de lo malo asumiendo siempre visiones negras o rosadas, pero, rara vez, ecuánimes y equilibradas. Al fin y a la postre, se está consiguiendo que vuelvan a uno de los períodos más negros de nuestra Historia y que se polaricen en torno a uno de los dos bandos de la guerra civil pasando por alto que las mentes más sensatas de la época se quedaron horrorizadas con unos y con otros. Que comprendamos esto será esencial para poder convivir en paz y progreso en España o volver a hundirse en la tragedia secular de dos segmentos de la población que se enfrentan como los combatientes del duelo a palos que Goya pintó tan acertadamente. Esto es lo que intenté expresar hace unos días en la entrevista que les adjunto.
El segundo material es un artículo referido a Pedro Sánchez del que hemos descubierto que ya era socialista cuando tenía poco más de un año. Se han falseado tantos pasados en los últimos cuarenta años que semejante despropósito no es una novedad, pero sí deja de manifiesto la degradación creciente de la política nacional.
Hubiera deseado subir en tercer lugar una reciente entrevista en Guatemala donde me refería a los problemas actuales, pero no lo he conseguido aunque estoy seguro de que alguno de los visitantes habituales de este muro dará con ella y la colgará. En su lugar, coloco una que pronuncie hace poco menos de un año en la universidad Francisco Marroquín de Guatemala sobre la Reforma y la libertad. Espero que disfruten de todos estos materiales tras tanto tiempo separados. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Aquí está la entrevista
Aquí está el artículo sobre el precoz socialismo de Pedro Sánchez
RESISTENTES INFANTILES
El actual gobierno de Pedro Sánchez consigue sorprenderme casi a diario. Hace unas horas, la causa ha sido la afirmación de Pedro Sánchez - que me transmiten desde Chile – en el sentido de que su adhesión al socialismo vino motivada por la muerte de Salvador Allende. El actual presidente del gobierno nació en febrero de 1972 y Allende se suicidó en septiembre de 1973. En otras palabras, Pedro Sánchez, conmovido por el trágico final del presidente chileno, abrazó la causa socialista con poco más de añito y medio. Si eso no es precocidad política yo ya no sé lo que es. Seguramente, con tres años Pedro Sánchez ya se manifestó contra Franco y corrió delante de los grises por primera vez. La afirmación del presidente del gobierno es notable porque, hasta donde yo sé, la mayor muestra de resistencia infantil frente a la derecha inmisericorde la había dado Carme Chacón que con tan sólo nueve años se enfrentó al golpe del 23-F. También es cierto que yo que conocí personalmente a la ministra de defensa de ZP y tuve ocasión de departir con ella varias veces digo en su descargo que no destacaba por ser especialmente espabilada y a saber con qué actividad infantil pudo confundir la acción de Tejero en el congreso. Durante semanas, he querido obligarme a dar un voto de confianza al gobierno español. Me ha costado, pero lo he intentado. Ya me resulta imposible. Ver a la antigua ministra de incultura de ZP profiriendo todavía más necedades que en aquella nefasta época me encendió la luz de alarma. Contemplar cómo se bajaba las sayas ante el chulesco nacionalismo catalán ha estado a punto de provocarme vómitos en más de una ocasión. Observar cómo se subía al camino del decreto-ley como si fuera un Montoro cualquiera me puso los pelos de punta. Ver a Evo Morales colocando la orden del cóndor alrededor de cuello de Sánchez me gritó que era tarea perdida el esperar algo bueno. Saber ahora que era ya un resistente infantil me ha hecho tirar definitivamente la toalla. Porque, sin duda, hay gente que intenta construirse un pasado donde no se hable de sus antepasados franquistas - ¿verdad que es así Cristina, Alfredo, Manuel, José Luis, José Antonio y tantos otros? – pero ya situar la vocación política en la época de la lactancia es escupirnos a la cara que somos idiotas.
Aquí está la conferencia en la “Marro”
