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Bitácora del Campus Literario: Lunes

Martes, 8 de Septiembre de 2015

​Como estaba previsto, hoy dimos inicio al I Campus literario. Yo llegué a media tarde justo para dar mi exposición sobre Cervantes y el oficio de escritor. No pude encontrar a la gente en mejor disposición porque estaban todavía en el taller para aprender a escribir que dirige Sagrario Fernández Prieto. Una verdadera delicia.

No conocía a la mayoría, pero tuve la sensación de encontrarme entre amigos. No me equivoqué. Tras escuchar a Sagrario y un breve descanso, mi exposición. Gente atenta, amable, casi me atrevería a decir que encantadora. Algunos viejos conocidos como Sharon, Miguel, Gabino y, por supuesto, Sagrario.

A las 20 horas comenzamos el primer programa de la temporada. En el editorial rindo obligado homenaje a los algo más de 300 que con sus donaciones lo han hecho posible. No lo sé todavía, pero entre ellos está Juan, el residente en Canarias que salvó el honor masculino durante el crowdfunding porque las más luchadoras fueron mujeres como Elvira, Gabriela y Ana. Siento en el alma que no estén aquí como Juan y su esposa.

El programa fluye como si ayer mismo hubiéramos emitido el último. Luis Ortiz está fenomenal en el boletín y, en paralelo, no dejan de llegarme mensajes de felicitación. La gente está encargada de nuestro regreso a las ondas. Tras el boletín Sagrario Fernández-Prieto y sus Palabras al aire y, por supuesto, su carnicero. Lo pasamos bien y también lo pasan bien los asistentes al campus que contemplan el programa en directo y, en algún momento, no pueden contener las carcajadas. La hora transcurre como si fuera diez minutos.

Inmediatamente, la cena. Me quedo sorprendido de la profusión de platos – nada menos que tres entrantes además del cóctel de mariscos, el pescado y el postre – y de lo barato que es el campus. Menos sorprendido quedó de la calidad de la conversación. Uno de los cuatro comensales ha venido desde Alemania. No es el único que procede del extranjero. Hay otro más del mismo país centroeuropeo y gente que viene de Francia. El ambiente es excelente. Amigable, amable, reconfortante. Lo van a pasar muy bien y creo que lo saben. Dios mediante así será. Hay una proyección cinematográfica después de la cena. Yo, sin embargo, me voy a descansar. Mañana martes será un día duro y tengo que estar fresco. Este ha sido difícil de superar por sus encantos, pero algo me dice que lo superaremos durante el resto de la semana una y otra vez.