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Jesús, el judío (XLIII)

Domingo, 2 de Junio de 2019

“HE DESEADO COMER LA PASCUA CON VOSOTROS…” (VII): Jueves : la preparación de la última Pascua

      Desconocemos lo que sucedió desde la noche del martes en que Jesús reprendió a Judas hasta el jueves en que comenzaron los preparativos de la Pascua.  Lo más posible es que Jesús permaneciera prudentemente en Betania.   No debió de estar especialmente comunicativo sobre sus propósitos más inmediatos porque la mañana del jueves los discípulos aún no sabían donde deseaba comer la cena de Pascua y se vieron obligados a acercarse a él para preguntárselo (Lucas 22, 7; Mateo 26, 17; Marcos 14, 12).  Como en tantas ocasiones, Jesús no había dejado nada a la improvisación.  Comunicó a dos de sus discípulos – la fuente lucana (Lucas 22, 8) indica que eran Pedro y Juan – que debían descender a la Ciudad Santa a ocuparse de todo.  Bastaría con que se encontraran a la entrada de Jerusalén con un hombre que llevaría un cántaro – una circunstancia un tanto peculiar si se tiene en cuenta que las mujeres eran las que, habitualmente, se ocupaban de esos menesteres – y le siguieran.  El sujeto en cuestión les conduciría a un lugar ya preparado para comer la cena de Pascua.  

      Efectivamente, los acontecimientos se desarrollaron tal y como Jesús les había dicho (Lucas 22, 8 ss; Mateo 26, 18 ss; Marcos 14, 13 ss).  La casa esperaba a Jesús y a sus discípulos con todo preparado para la celebración.  Es más que posible que el sitio en cuestión fuera la casa de los padres de Juan Marcos.  Este lugar con posterioridad a la muerte de Jesús, sería uno de los domicilios donde se reuniría la comunidad primitiva de los discípulos (Hechos 12, 17) y el mismo Juan Marcos estaría llamado a desempeñar tareas de relevancia en el cristianismo primitivo.  De hecho, sabemos que fue compañero de Bernabé y Pablo en su primer viaje misionero[1] y, con posterioridad, acompañó a Pedro como intérprete.  A decir verdad, como ya hemos indicado en otro lugar, la tradición que le señala como el autor del segundo Evangelio a partir de los recuerdos de Pedro tiene todos los visos de corresponderse con la verdad histórica[2]

        Con toda certeza, la Cena de la Pascua tuvo lugar el jueves por la noche, aunque, según el computo judío que situa el final del día a la puesta del sol, la celebración se realizó ya en viernes.   Aquella última Pascua celebrada por Jesús con sus discípulos estaría cargada de un enorme dramatismo.      

CONTINUARÁ


[1]  Sobre el personaje, véase C. Vidal, Pablo, el judío de Tarso, Madrid, 2006, pp. 161 ss.

[2]  He tratado el tema de manera novelada en C. Vidal, El testamento del pescador, Barcelona, 2004.  Véase especialmente la Nota de autor.