El editorial de César Vidal.
Programa completo de La Voz de César Vidal publicado el martes 4 de febrero de 2020.
Anda la casa revuelta por el encuentro entre Ábalos y la número dos de la dictadura chavista. Resulta lógico porque, aparte de la poco recomendable reunión, Ábalos dio varias versiones contradictorias de lo acontecido.
Palabras al aire con Sagrario Fernández-Prieto.
Las noticias económicas del día con César Vidal y Lorenzo Ramírez.
Las noticias del día con César Vidal y María Jesús Alfaya.
El editorial de César Vidal.
Programa completo de La Voz de César Vidal publicado el lunes 3 de febrero de 2020.
En 2005, el Grupo Risa telefoneó a Evo Morales, recientemente elegido presidente de Bolivia. Uno de los humoristas fingió ser ZP y Evo Morales se puso al teléfono inmediatamente y, desconocedor de la burla, reveló información altamente delicada. Se pudo escuchar las “muchas ganas de acompañar a Fidel, a Chávez” que tenía y, sobre todo, cómo agradecía la ayuda que había recibido del gobierno de ZP a través de un personaje llamado Bernardino.
Es posible que el nombre Lucas sea el propio de un liberto, es decir, el de una persona que ha sido esclavo. De ser así, el médico posiblemente ganó – o recuperó – la libertad gracias a su arte curativa y, muy posiblemente, a través de esta circunstancia, hayamos dado además con una de las claves de su evangelio. Y es que Lucas muestra una sensibilidad especial a la hora de relatar aspectos relacionados con los pobres, los marginados, los situados en la periferia de la existencia. Basta ver el relato del nacimiento de Jesús para darse cuenta de ello. Mientras que Mateo lo centra en un varón – algo lógico en un autor judío – Lucas se detiene en dos mujeres; mientras que Mateo nos habla de reyes, Lucas coloca ante nosotros a pastores, ese tipo de gente cuyo testimonio habría sido rechazado por judíos; mientras que Mateo acentúa el aspecto regio del recién nacido, Lucas nos recuerda que los padres de Jesús eran de humilde condición y por eso presentaron la ofrenda de los pobres (Levítico 12, 6-8) y no la de la gente acomodada.