Las noticias económicas del día con César Vidal y Lorenzo Ramírez.
Las noticias del día con César Vidal y María Jesús Alfaya.
El editorial de César Vidal.
Programa completo de La Voz de César Vidal publicado el miércoles 7 de junio de 2023.
El análisis de la actualidad económica de la mano de Roberto Centeno.
Las noticias económicas del día con César Vidal y Lorenzo Ramírez.
Las noticias del día con César Vidal y María Jesús Alfaya.
El editorial de César Vidal.
Programa completo de La Voz de César Vidal publicado el martes 6 de junio de 2023.
En 1881, el papa León XIII aprobó la creación de la Unión Católica, una entidad que afirmaba tener “como credo y norma de conducta la doctrina del Syllabus”[1]. En otras palabras, se trataba de un colectivo con unas finalidades abiertamente liberticidas cuya finalidad era acabar o limitar gravemente derechos humanos elementales como la libertad religiosa o la de expresión y prensa. Precisamente para conseguir esas metas, la Unión Católica, siguiendo instrucciones de la Santa Sede, no se iba a oponer al sistema político ya existente sino, simplemente, intentaría reconducirlo en la dirección deseada. Se trataba de una meta nada difícil dadas las limitaciones previas impuestas por la iglesia católica sobre el orden constitucional, pero para muchos católicos – los paralelos anteriores y posteriores son numerosos – aquella concesión era intolerable. Los Nocedal, por ejemplo, no podían entender que se pasara del apoyo al carlismo a la aceptación de un orden constitucional liberal y a la neutralidad en la cuestión dinástica. No andaban faltos de razones, pero, como tantos católicos a lo largo de la Historia, no llegaban a comprender que los intereses de la Santa Sede convertían en conveniente una vez más desprenderse de los aliados de ayer y buscar nuevas formas de maniobra en el hoy. Esa rapidez en el cambio de la política papal influyó no poco en el fracaso de la Unión Católica. Aunque ésta contaba con el respaldo de los obispos, no resultaba fácil para muchos abandonar un carlismo incensado durante medio siglo, como, en la centuria siguiente, también para no pocos católicos resultó incomprensible el giro impulsado por la Santa Sede en relación con el régimen de Franco.