Si la semana pasada nos acercamos a la batalla – más bien batallas – de Madrid, hoy vamos a volver a ver el programa que dedicamos a la batalla más importante de la guerra civil española.
Durante los meses anteriores, nos hemos detenido en los distintos profetas. He procurado seguir un orden cronológico para ayudarles a entender el contexto de lo sucedido a Israel a lo largo de su Historia. Del Antiguo Testamento hemos dejado dos libros pendientes en esa andadura que nos ha llevado años.
Entre las frases que más se escuchan en relación con la corrupción ocupa un lugar de honor aquella que exige que los culpables devuelvan lo robado. Yo comprendo la justicia de la exigencia al igual que la cólera que la provoca, pero – dicho sea con todos los respetos – no deja de parecerme una inquietante manifestación de ignorancia.
El sábado de hace dos semanas, me encontraba en Lima a pocas horas de regresar a Estados Unidos cuando di mi última exposición de la semana.
Entre los programas que, en su día, dirigí de Corría el año… dedicamos varios a batallas emblemáticas de la guerra civil española. Hoy les dejo con el espacio dedicado al conjunto de batallas libradas en las cercanías de Madrid.
Para muchos durante siglos, el cristianismo ha sido una fe rezumante de tristeza. Se les ha enseñado y han creído que, por ejemplo, flagelándose o colocándose un cilicio podían agradar a Dios. Yo mismo he escuchado a personas que se colocaban piedrecitas en el zapato convencidas de que de esa manera su sufrimiento complacía a Dios o a la Virgen.