Las noticias del día con César Vidal y María Jesús Alfaya.
El editorial de César Vidal.
Programa completo de La Voz de César Vidal publicado el viernes 25 de septiembre de 2020.
En pocos años, Mahoma había logrado convertirse gracias a una fuerza militar creciente y fiel en el amo de la Arabia del norte, una circunstancia que parece confirmar la tesis de que la Meca estaba situada no en el lugar actual sino en el de la Moka de Ptolomeo. De hecho, en esa época, era capaz de poner en pie de guerra a centenares de guerreros en unas horas y marchar contra enemigos que demostraban ser muy inferiores militarmente. Los ejemplos de la efectividad de su fuerza se multiplicaron en estos tiempos. En junio de 626, desbarató una fuerza beduina reunida por los anmar y talaba que tenía como objetivo Medina. La tradición ubica en relación con este episodio la práctica de la oración en tiempo de peligro 4: 102/101-104/103:
Con Sagrario Fernández-Prieto.
Las noticias económicas del día con César Vidal y Lorenzo Ramírez.
Las noticias del día con César Vidal y María Jesús Alfaya.
El editorial de César Vidal.
Programa completo de La Voz de César Vidal publicado el jueves 24 de septiembre de 2020.
Mientras los navíos portadores del metal americano ni siquiera pasaban por España sino que iban a dejar su precioso cargamento en los puertos del norte de Europa para pagar a los prestamistas – que tampoco eran españoles - Carlos I multiplicaba los errores en política internacional siempre intentando satisfacer el pujo católico. Así, intentó responder a la agresión islámica lanzando una discutible expedición contra Túnez (1535) concebida en tonos más caballerescos que estratégicos. La respuesta de Francia fue aprovechar esa coyuntura para apoderarse del ducado de Saboya, llave de la frontera alpina. La tregua de Niza de 1538 aceptó esta ganancia francesa y así debilitó la posición de Carlos I en Italia, un objetivo que, como recordaremos, siempre habían perseguido Francia y la Santa Sede.
En 1541, turcos y franceses volvieron a lanzar a la ofensiva ocasionando a Carlos sendas derrotas en Argel y Cerisoles. La paz de Crépy (1544), con la que se zanjó el conflicto, reconoció las ganancias obtenidas por Francia aunque Francisco I se comprometió a no seguir aliado con Turquía ni a ayudar a los protestantes alemanes. Poca contrapartida para tanto gasto y tanta pérdida, aunque, sin duda, satisfizo el lado católico del monarca.
No eran baratas aquellas campañas ejecutadas sin el menor beneficio para España. A decir verdad, el coste de la empresa imperial de Carlos V era muy cuantioso. En buena medida, se cubrió con los productos de Perú cuyas minas de Potosí se descubrieron en 1545. En otras palabras, España ni se aprovechaba de la riqueza americana ni tampoco la utilizaba para generar riquezas propias. Dilapidaba más bien su oro y su sangre en el programa exterior de una Santa Sede que debió de contemplar no sin cierta sorpresa cómo el monarca al que tantas veces había atacado y traicionado agotaba las arcas de España para agradarlo.