Me consta que para muchos, el coronavirus ha supuesto una parálisis indeseable e indeseada.  Gracias a Dios, no ha sido mi caso.  Por el contrario, desde marzo, he vivido una actividad interminable de conferencias, entrevistas y seminarios.  Ha sido incluso habitual que tuviera dos o tres eventos de este tipo al día.  Lógicamente, hubo ocasiones buenas, muy buenas y excepcionales.  Entre éstas últimas, se encuentra la entrevista que les traigo hoy y que practicó Will Graham.  Podría estar horas hablando de Will porque es una persona más que íntegra, que ama al Señor, que ama Su Palabra y que además se la juega una y otra vez por esos amores a los que añade los que siente hacia su familia y su congregación.  Espero que la disfruten.  God bless ya!!!  ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!

Palabras al aire con Sagrario Fernández-Prieto.

La historia de España con César Vidal y Lorenzo Ramírez.

Las noticias económicas del día con César Vidal y Lorenzo Ramírez.

Las noticias del día con César Vidal y María Jesús Alfaya.

El editorial de César Vidal.

Programa completo de La Voz de César Vidal publicado el lunes 28 de septiembre de 2020.

Hace dos semanas, reinicié mis entrevistas con Pedro Tarquis.  En la primera, intenté resumir algunas de las cuestiones con que nos enfrentaremos en los próximos meses.  Aquí dejo la entrevista.  Espero que la disfruten.  God bless ya!!!  ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!

Los siguientes once versículos de Lucas son de una enorme intensidad a la hora de mostrar qué mesías es Jesús.  Los apóstoles no sólo no captaron nada incluso después de un nuevo anuncio del destino de Jesús sino que se enzarzaron en una discusión sobre quién era el más importante de ellos.  De haber sido católicos habrían aceptado que el más importante era Pedro, pero la realidad es que todo parecido entre lo que creían los apóstoles y lo que cree la iglesia católica es mera coincidencia así que se dedicaron a intentar esclarecer quién era el más importante.  Mientras disputaban al respecto, Jesús dejó clara la visión del mesías.  El más importante es aquel que es más pequeño, que es como un niño (9: 47-48).  Ocasionalmente, se ha pretendido que ese ser como un niño es una referencia a la inocencia, el candor o la simpleza infantiles.  No es a lo que se refiere Jesús.  Los niños en su época no eran el centro de los hogares sino la periferia.  Se suponía que tenían que servir a todos y especialmente a los de mayor edad.  Eso es lo que se esperaba de los seguidores del mesías y si alguno pensaba que eso tenía escasa relevancia había de saber que cualquiera que los recibiera, siendo pequeños, sería como si lo recibieran a él.

La enseñanza bíblica sobre la Segunda Venida de Cristo apenas tiene lugar en el seno de ciertas confesiones.  Por un lado, están tan ocupadas en construirse un reino terrenal lo más rico y poderoso posible que la simple idea de que Jesús pueda regresar y acabar con semejante tinglado tiene que resultar escalofriante para sus dirigentes; por otro, implicaría ya ahora un cambio drástico de sus prioridades y actuaciones.  Es lógico que así sea.  No en vano la Biblia enseña que el Hombre de pecado se coloca en lugar de Dios y que será la Palabra de Dios la que irá recortando su reino hasta que tenga lugar la segunda venida de Cristo.