La nación fue establecida por puritanos de extracción mayoritariamente británica. Eso explica que Estados Unidos haya tenido un destino diferente de naciones como México o Argentina. De hecho, si Estados Unidos hubiera sido levantado sobre una cultura hispano-católica compartiría las desgracias que sufren el Ecuador, la República Dominicana o Paraguay. Sí es cierto que décadas después de su fundación sobre unos cimientos óptimos, Estados fue ampliando su territorio con tierras del imperio español y del francés, pero que no formaban parte del territorio original. Segundo, el ataque a estatuas y monumentos ha tenido desde el principio como objetivo personajes norteamericanos. Al principio, fueron agredidos los héroes confederados y, en apenas horas, se arremetió contra otros personajes tan relevantes como Lincoln – el emancipador de los esclavos – o Washington. Se trata de reescribir la Historia de Estados Unidos y eso implica aniquilar su corazón. Finalmente, han venido las estatuas que se consideran vinculadas al pasado colonial blanco. Ahí sí han entrado monumentos relacionados con españoles fundamentalmente porque España abolió la esclavitud en 1886 – casi un cuarto de siglo después que Estados Unidos – y porque los indígenas piensan que todo habría sido mejor si Colón no hubiera llegado a América. Por supuesto, todo es opinable, pero por mucho que esté canonizado fray Junípero Serra, la mortalidad de los indios confinados en sus misiones para que trabajaran resultó escalofriante y el que se escaparan siempre que podían y que, por hacerlo, se los castigara físicamente con enorme dureza demuestra que no estaban tan convencidos de las virtudes del fraile. Sin embargo, también la han tomado con una estatua de Luis IX de Francia que, obviamente, no participó en la conquista del continente americano porque ya había muerto y porque bastante ridículo hizo en las cruzadas. Así que, volviendo al tema, no es que en Estados Unidos la leyenda negra haga estragos sino que han decidido derribar estatuas por razones más que inaceptables y, como antigua potencia colonial y esclavista, a España le ha terminado tocando algo como también ha pasado con Francia. Muchos españoles sufren por la crisis actual y han decidido, como es común en nuestra Historia, echar la culpa a alguien en lugar de examinar la realidad. Así, el ataque a monumentos en lugar de ser analizado con sensatez se atribuye a la leyenda negra. Pues no y además decirlo constituye una sandez propia del que desconoce Estados Unidos de manera verdaderamente pavorosa. Con todo, sí que coincido en que la cultura hispana es agredida a diario, pero en España. Vayan a Cataluña o Vascongadas si desean defender el acervo común hispano. Ahí tienen ingente labor por hacer, siquiera en pro de la lengua española que es miserable y neciamente perseguida, pero no se masturben mentalmente con la majadería de la leyenda negra.