Acepto que sean la mayoría de la población de Madrid, pero ¿eso justifica que llenen la ciudad de carrozas cargadas de imágenes, que la bandera del Vaticano cuelgue hasta de los bares y que no se vean más que curas y monjas por todas partes? Y si fuera sólo eso. Lo mismo te confiesan en una esquina a un mozalbete que te bautizan a un recién nacido en medio de una plaza. Digo yo que esas ceremonias deberían tener otro contexto. Y además que no todas las imágenes son la Piedad de Miguel Ángel… es que ves lo que desfila en las carrozas y suele resultar tan feo, tan de mal gusto, tan chabacano que se le quita la fe a cualquiera con un mínimo de sensibilidad estética. Claro como además son muchas horas de ocupar las calles y los retretes puestos por Carmena son insuficientes, quien más quien menos se levanta el hábito y micciona al lado del Oso de la Puerta del sol que va a acabar amarillo. Y la peste dura semanas… Pero hay cosas que me preocupan más que ese hedor. Para empezar las subvenciones públicas que pagan todos sean o no LCSLH. Claro que peor es la rendición de los partidos al lobby LCSLH. ¡Es que hasta Iglesias recitaba lo de Virgo potens! Si no se opone ni Podemos, aviados estamos. De los medios ni voy a hablar. Telemadrid nos ha estado dando la matraca aún a costa de perder todavía más audiencia. Con todo, lo más preocupante es esa ley vigente ya en 11 de las 17 Comunidades Autónomas que impone el adoctrinamiento del LCSLH desde la infancia en las aulas y que castiga con multas, pérdida del empleo e incluso cárcel a los que se oponen. Imagino yo que habrá padres que no esté de acuerdo con el LCSLH, ¿su voluntad no importa? Y habrá gente que tenga otras creencias, ¿por rosarios se van a tener que tragar la buena nueva del LCSLH? En fin, que sí, que estén orgullosos de lo que quieran- incluidos los adefesios carrociles – pero no me cabe la menor duda de que ha regresado la inquisición. Diga usted algo contra el LCSLH y acabará en la hoguera.