Cuando tuvo lugar la muerte de Mahoma, sus logros de los últimos años se hallaban sometidos a una serie de desafíos que incendiaban como multitud de fuegos toda la Península Arábiga. Su autoridad religiosa, pero, de manera especial, el sistema político y social que había creado era cuestionado frontalmente en todo el territorio que había estado sometido a su guía. Su sucesor Abu Bakr los fue extinguiendo, pero no pudo evitar que los enfrentamientos civiles ensangrentaran el gobierno de los primeros califas [4]. Tras su muerte en 634, el destino de sus sucesores fue verdaderamente pavoroso: en el 644, el segundo califa, Omar fue asesinado; en el 656, el tercero, Otman cayó también víctima de una conjura y en el 661, Alí fue también víctima de unos asesinos. Ni uno solo moriría tranquilamente en el lecho. Sin duda, se trataba de una evolución terrible para el período histórico que, convencionalmente, se conoce como el “califato perfecto”.
Con Sagrario Fernández-Prieto.
Las noticias económicas del día con César Vidal y Lorenzo Ramírez.
Las noticias del día con César Vidal y María Jesús Alfaya.
El editorial de César Vidal.
Programa completo de La Voz de César Vidal publicado el jueves 22 de abril de 2021.
La sumisión a la iglesia católica tuvo, entre otras consecuencias, que, muy a diferencia de lo que sucedía en las naciones reformadas, en 1808, el noventa por ciento de la población española fuera analfabeta. De hecho, los primeros intentos para revertir esa situación se dieron en España ya en pleno siglo XIX, por impulso de los liberales y chocando no pocas veces con la iglesia católica que deseaba mantener el monopolio de la enseñanza. La Ley Moyano fue el primer éxito en el camino hacia una educación pública. Pero se aprobó en 1857. ¡1857! Habían pasado más de trescientos veinte años desde aquella ley ginebrina que establecía la escuela obligatoria y pública. Como en otras áreas, España había perdido siglos precisamente cuando más necesitaba por su condición de potencia no quedarse rezagada. Cuando, siglos después, intentó remontar esa situación lo hizo además en no pocas ocasiones con la mancha del sectarismo que no veía la educación como algo bueno per se sino como un instrumento de adoctrinamiento. Por desgracia, el tributo pagado por España a la iglesia católica no iba a limitarse al área de las finanzas o al terreno educativo.
Por Pilar Muñoz.
Por Elena Kalinnikova.
Las noticias económicas del día con César Vidal y Lorenzo Ramírez.