El tercer oráculo de Hageo tuvo lugar “a los venticuatro días del noveno mes, en el segundo año de Darío” (2: 10). El inicio surgió de una manera muy peculiar de expresarse Dios: mediante la pregunta que ha de llevar a una conclusión.
El golpe de estado bolchevique de octubre de 1917 inauguró un fenómeno político que haría fortuna en las décadas siguientes. Se trata de las dictaduras de partido único. Mussolini y Hitler, de hecho, sólo tuvieron que seguir la senda que Lenin había iniciado apenas unos años antes.
Permítanme que les presente a unas de las personas que he conocido en los últimos tiempos. Se trata de un joven norteamericano llamado Michael.
Por razones que no vienen al caso, muy frecuentemente mantengo conversaciones con asiáticos, americanos y, en menor medida, europeos que se plantean la posibilidad de invertir en España. En su inmensa mayoría, acaban decidiendo no hacerlo y sus argumentos son poderosos.
La versión oficial china dice que Mao acertó en un setenta por ciento y se equivocó en un treinta. Es discutible esa afirmación. Sí se puede decir que ningún dictador causó tantos millones de muertos entre su propio pueblo – mucho más que Hitler o Stalin – que consolidó la dictadura del partido comunista y que mantuvo a la cohesión de China aunque, a su muerte, su situación de atraso era innegable.
En una fecha situada en la primera década del s. I d. de C., el que después sería conocido como Pablo nació en Tarso.
Esta semana ha sido muy movida porque, a diferencia de los medios españoles y de buena parte de los americanos, un servidor ya anunció a inicios de octubre que Trump podía ganar.
La reacción de la gente a la predicación de Hageo fue positiva, pero, como sucede en tantas ocasiones, inconstante. Tras un arrebato de entusiasmo, que apenas duró un mes, Hageo tuvo que volver a repetir su mensaje dirigiéndose expresamente a las autoridades civil y religiosa junto al resto del pueblo.
Me entero de que los primeros participantes de Operación Triunfo se han reencontrado y que la ocasión está provocando una reacción espectacular.