Programa completo de La Voz de César Vidal publicado el martes 25 de febrero de 2020.
Me comunica mi admirado Paco Vallejo que acaba de dar un revolcón monumental a la Agencia tributaria en los tribunales. El inspector de turno – ignoro si con bonus o sin él – ideó uno de esos atropellos que caracterizan a la AT, embestidas que suelen carecer de la menor base legal, que constituyen una burla jurídica por decir lo menos y que, en cualquier nación civilizada, colocan al funcionario en la calle. Baste decir que, por ejemplo, en Estados Unidos, los bonus de los inspectores son ilegales porque se consideran, con toda razón, un acicate a la prevaricación.
Palabras al aire con Sagrario Fernández-Prieto.
Las noticias económicas del día con César Vidal y Lorenzo Ramírez.
Las noticias del día con César Vidal y María Jesús Alfaya.
El editorial de César Vidal.
Programa completo de La Voz de César Vidal publicado el lunes 24 de febrero de 2020.
Ha decidido el ejecutivo social-comunista incluir la exaltación del franquismo en el código penal. Quien esto escribe nunca sintió el menor aprecio por el régimen de Franco. En mi infancia y juventud, me pareció clerical, casposo y asfixiante y a medida que han ido pasando las décadas lo he ido viendo como la consecuencia de un pavoroso fracaso colectivo de los españoles, fracaso colectivo que incluyó un desastre republicano, una guerra civil y una dictadura de cuarenta años cuya alternativa habría sido otra de izquierdas presumiblemente no más abierta.
En el contexto que describimos someramente en la última entrega, apareció Juan el hijo de Zacarías, más conocido como el Bautista. Que su mensaje enlazaba directamente con la vida espiritual de Israel era algo que resultaba claro porque, inmediatamente, fue identificado con la profecía de Isaías 40: 1 ss que hablaba de la voz que clamaba en el desierto (3: 4-6). Por cierto, profecía bien reveladora porque mencionaba expresamente que a quien precedería sería al propio YHVH, Dios.
En 1862, en medio de la guerra de Secesión, un hombre llamado Wallace Willis, escribió en el territorio indio una canción titulada Steal Away. De manera bien significativa, Willis había sido esclavo y vivía ahora entre los choctaws. Alexander Reid, un pastor que trabajaba en la junta de una escuela choctaw escuchó a Willis entonar la canción y la transcribió en una partitura. Poco después, envió la música a los Jubilee Singers de la Fisk University de Nashville, en el estado sureño de Tennessee. Eran sureños y había una guerra, pero la canción resultaba tan conmovedora que los Jubilee Singers la incluyeron en su repertorio y la popularizaron en una jira por Estados Unidos y Europa. Muy pronto, aquel negro spiritual no sólo pasaría a multitud de himnarios protestantes sino que se extendería por todo el mundo. Yo he escogido dos versiones. Una clásica de Mahalia Jackson y Nat “King” Cole y otra de ahora misma debida al joven Elijah Caldwell.