Programa completo de La Voz de César Vidal publicado el lunes 25 de mayo de 2020.
La Historia de España está plagada de desastres fruto de la empecinada ceguera. El gobernante de turno se emperraba en llevar adelante sus delirantes intenciones a ser posible con las bendiciones del clérigo de turno y todo acababa como el rosario de la aurora. Eso sí, siempre lo pagaba el pueblo español y casi siempre se encontraba un chivo expiatorio. En el curso de las últimas semanas, se ha ido afianzando, gracias a las investigaciones policiales y judiciales y al análisis pericial, el hecho de que las manifestaciones feministas del 8-M tuvieron un papel colosal en la expansión del coronavirus. No era para menos. Según cifras del propio gobierno, hubo más de seiscientas mil personas apegotonándose en esos aquelarres.
En la exposición de Lucas, el episodio de la curación del siervo del centurión va seguida de la resurrección del hijo de la viuda de Naín como paso previo a una enseñanza desarrollada de Jesús sobre el escuchar su mensaje. Si el siervo del centurión dejó de manifiesto el poder de Jesús sobre la enfermedad, el que el hijo de la viuda de Naín volviera a la vida colocó ante todos la realidad de su dominio sobre la muerte. Jesús responde por compasión ante el dolor de la mujer y lo hace consolándola (7: 13). No sólo eso. En ese acercamiento a una mujer que sufre uno de los dolores más agudos que se puedan experimentar – la muerte de un hijo – Jesús se permite tocar el ataúd en contra de las normas de pureza (7: 14). Tenía autoridad más allá de esta vida y no puede sorprender que los que contemplaron los hechos pensaran que había llegado un gran profeta – no un profeta cualquiera – y que Dios había visitado al pueblo (7: 16). Lógicamente, la fama de Jesús se extendió, pero la fama no significa tanto como creen aquellos que la ambicionan y el episodio de Juan el Bautista enviando a sus discípulos a indagar lo deja de manifiesto con toda claridad. Jesús podría ser muy popular, pero la realidad era que Juan estaba en una mazmorra y nada hacía pensar que pudiera producirse el cuadro escatológico que había anunciado de juicio mesiánico y de destrucción de los enemigos de Dios. Más bien, Jesús parecía empeñado en dar muestras de gracia más que de juicio – lo mismo que había molestado a los asistentes a la sinagoga de Nazaret – por eso resultaba imperioso preguntar si era Jesús el que había de venir o si había que esperar a otro (7: 18-20).
La denominada música mesiánica, es decir, la compuesta e interpretada por judíos que creen en Jesús como mesías, ha tenido manifestaciones más o menos afortunadas con el paso de los años. En algunos casos, es simplemente magnífica y sigue en la línea, inconfesa, pero cierta, del góspel. En otros, no pasa de ser composiciones malas e incluso mediocres a las que se pretende salvar añadiendo algunas palabras en hebreo en la letra.
Hoy César Vidal entrevistará a Roberto Macías, ex-sindicalista condenado a dos años de prisión por destapar una trama de corrupción de UGT en Andalucía y a Francisco José del Águila Ramón su abogado.
Las noticias económicas del día con César Vidal y Lorenzo Ramírez.
Las noticias del día con César Vidal y María Jesús Alfaya.
El editorial de César Vidal.
Programa completo de La Voz de César Vidal publicado el jueves 21 de mayo de 2020.
Conociendo la trayectoria pacífica que Mahoma había seguido durante años, se habría esperado que la mantuviera ahora que disfrutaba del apoyo de Yatrib. Sin embargo, en un quiebro de su trayectoria verdaderamente llamativo, Mahoma decidió recurrir al uso de la fuerza para ir ampliando su influencia. En el mes de safar/julio, a la cabeza de un grupo de unos sesenta voluntarios, inició la expedición de al-Abwa o Waddan contra los coraishíes y sus aliados, los Banu Damra b. Bakr b. Abd Manat b. Kinana. No logró encontrar a los primeros, pero los segundos aceptaron concluir un pacto de amistad. Se trató sólo del inicio. A esta primera expedición siguieron otras con las que Mahoma no sólo fue ampliando su área de influencia sino también fogueando unas fuerzas militares todavía novatas. Pero el aumento de poder de Mahoma no se iba a detener allí. Hasta entonces, Mahoma había contado con un cuerpo de nuqaba (asesores) que había sido nombrado al suscribirse el Juramento de la guerra y que, en cierta medida, limitaba su autoridad. Ahora, poco a poco, Mahoma comenzó a ser visto como un caudillo único que, por añadidura, acumulaba el cargo de cualquier naqib que pudiera fallecer. De esa manera, el que había sido un “hombre bueno” dotado de una autoridad más moral que real se fue convirtiendo en muy poco tiempo en un verdadero caudillo cuya autoridad difícilmente podía ser cuestionada.