La tercera tentación (Lucas 4, 9-11) resulta no menos reveladora que las anteriores y, posiblemente, sea de las más peligrosas porque aparece envuelta en un lenguaje aparentemente espiritual. En otras palabras, se podía entender que Jesús rechazara ser un mesías “social” y un mesías “político”, pero ¿por qué no podía ser un mesías “religioso”?. Posiblemente, sea esta la tentación más sutil y perversa de todos y no deja de ser significativo que el Diablo aparezca en ella citando incluso de las Escrituras y, más concretamente, el Salmo 91, 11-12.
La canción que traigo este sábado es un himno evangélico muy modesto, tanto que en muchos casos se ha limitado su canto a niños de la escuela dominical. Sin embargo, en sus líneas sencillas se percibe esa realidad que enseñó Jesús de que hay que ser un niño para entrar en el Reino así como otra afirmación de enorme relevancia. Es posible que la luz que tengamos sea pequeña y, en realidad, cuesta creer que no sea así, pero, a pesar de nuestra diminuta pequeñez, debemos hacer que brille. Aquellos que seguimos de corazón a Jesús como mesías tenemos como misión ser luz en medio del mundo y esa luz no se oculta sino que debe difundir su luminosidad (Mateo 5: 14-16).
Hoy César Vidal entrevistará a Alicia Relinque, profesora de Literatura clásica, Teoría y Crítica Literaria china, Teatro y Cine chino y Teoría General de la Literatura y Lengua china en la Universidad de Granada.
Las noticias económicas del día con César Vidal y Lorenzo Ramírez.
Las noticias del día con César Vidal y María Jesús Alfaya.
El editorial de César Vidal.
Programa completo de La Voz de César Vidal publicado el viernes 20 de marzo de 2020.
El estilo del segundo período mecano es considerablemente distinto del que corresponde al primero. En sus veintidós suras espaciadas desde la 18 hasta la 53, no hallamos ya el lirismo conmovedor del primer período, sino una serie de acumulaciones de aleyas que son más largas así como producto de la acumulación, un factor que resulta especialmente claro en ediciones del Corán como la de Richard Bell[4]. El mensaje anunciado por no varió sustancialmente del que encontramos en el primer período, pero se percibe con claridad que la presión que los adversarios ejercían sobre el movimiento ha dejado una huella innegable. No sorprende por ello que Al.lah sea calificado de manera muy sobresaliente ar-Rajmán – el clemente - (43: 8/9-12/13; 36: 33-44). Tampoco causa sorpresa que se anuncie con especial virulencia el castigo de los que atacan a Mahoma (44: 33/34-59). Pero, sobre todo, llama la atención que en als revelaciones proclamadas por Mahoma – que es presentado como monitor (18: 93/94-95/96) – se acentúen los paralelos con otros profetas enviados por el Dios único y que fueron rechazados por sus pueblos (54; 37; 71; 26; 15; 21). De esa manera, el sufrimiento claramente no-violento de Mahoma y de sus seguidores podía verse prefijado por Abraham que tuvo que soportar el sufrimiento de ver cómo su padre era un pagano aquejado de ceguera espiritual (19: 42/41-51/50; 43: 25/26-38/39) y, de forma muy especial, por Jesús, el hijo de María (Isa ben Marién) que fue rechazado por los judíos (19).
Con Sagrario Fernández-Prieto.
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