Una de las cosas que más llama la atención en la China actual son sus extraordinarios museos.
Seguramente, Pablo ni volvió a utilizar el abrigo ni a leer los libros dejados en la casa de Carpo. En Roma, estuvo recluido en la cárcel Mamertina, posiblemente en la misma época que Pedro.
Era un cantante de un grupo góspel y disfrutaba alabando a Dios. Sin embargo, de la manera más inesperada, en su garganta encontraron unas manchas que advertían que su existencia pendía de un hilo. Incluso si salvaban su vida, no podría cantar y tampoco quedaba nada claro que fuera capaz de hablar.
Nanjing es una ciudad con más de tres mil quinientos años de Historia. Lamentablemente, no me puedo detener en ella todo lo que desearía.
Regresar a China constituye siempre un motivo de satisfacción personal. No voy a decir que equivalga a volver a casa, pero sí que implica entrar en la trepidante experiencia, siquiera por unos días, de colocarse en uno de los vagones de cabeza del mundo en que nos ha tocado venir.
Si he regresado con bien de Nanjing, hoy, 9 de mayo, me encontraré en Miami, el lunes habré reanudado mis intervenciones en La Voz y estaré cumpliendo sesenta años. Se dice pronto.
En 1996, el antiguo dirigente comunista ruso Borís Yeltsin se enfrentaba con el reto de las elecciones presidenciales. La desmembración de Rusia y la crisis económica eran tan pavorosas que todo indicaba que el partido comunista regresaría al poder.
DE HISPANIA A LA SEGUNDA CAUTIVIDAD (V): las epístolas pastorales (III): 2 Timoteo
En 1882, en un día soleado, Louisa Stead, su marido y su hija Lily decidieron ir de excursión a Long Island Sound. Cuando se hallaban disfrutando del día, repentinamente, escucharon el grito de un joven que pedía socorro y el señor Stead acudió en su auxilio.