Con profundo pesar, he sabido que el Miami Dade College ha decidido cerrar el Instituto Confucio.  Según me informan diversas – y desoladas – fuentes, la decisión se debe a un grupo de personas que afirman que la citada institución puede infiltrarse políticamente en la sociedad norteamericana.  No tengo palabras para expresar el hondo pesar que me provoca una decisión así y me lo provoca, primero, porque es una demostración innegable de sectarismo anticultural y, segundo, porque es una profunda estupidez.   El Instituto Confucio es un organismo dedicado a la enseñanza del chino en el extranjero de la misma manera que lo es el Goethe para el alemán o el Cervantes para el español.  Basta ver sus programas – cursos de idiomas, espectáculos de ballet y teatro, cantos… - para darse cuenta de que no existe un ápice de adoctrinamiento político en sus actividades.  Para remate, se da la circunstancia de que China cuenta con un régimen que puede aspirar a una creciente influencia mundial, pero que, a la vez, no tiene el menor interés por extender su sistema político por el resto del globo.  Con ello, pudo soñar la periclitada Unión Soviética o la desgraciadamente existente dictadura cubana.  No es el caso de China.  Cerrar el Instituto Confucio apelando al régimen que rige China es un disparate tan colosal como haber clausurado las escuelas de español en la época de Franco en la idea de que el Quijote o la gramática podían ser un instrumento de infiltración fascista.  Pero al disparate cultural que semejante decisión implica se suma la estupidez política.  Llevo años diciendo que, en contra de lo que afirman los que creen que la guerra fría no concluyó, el principal rival de Estados Unidos no es Rusia sino China.  Así es, por muchos conceptos, pero aquellos que creen en una amenaza china ¿no deberían esforzarse por entender mejor la mentalidad de su adversario?  ¿No sería lo más inteligente comprender su cosmovisión?  ¿No sería lo más sagaz captar el alma que late en una lengua y una cultura milenarias?  ¿No resultaría más fecundo descubrir si existe la posibilidad de puntos de encuentro y de comprensión?  ¿No implicaría una mayor sabiduría aprender en lugar de cerrar los ojos a adquirir un mayor conocimiento?  Esto parece lo evidente para cualquier mente que conserve un mínimo de sentido común.  Sin embargo, algunos han pensando que cerrando una institución cultural consiguen algo positivo.  Al contemplar algunas conductas – lo digo con dolor – comienzo a entender cómo determinadas dictaduras han conseguido prolongarse en el poder durante décadas.  Les reproduzco a continuación el comunicado que los profesores del Instituto Confucio han publicado.  Reflexionen ustedes en todo.  God bless ya!!!  ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!

Hoy César Vidal entrevistará a Noelia de Trastámara que nos lo contará todo sobre su web https://www.noeliadetrastamara.com donde lleva un recuento de todas las agresiones sexuales a mujeres por inmigrantes silenciados por los medios de comunicación.

Las noticias económicas del día con César Vidal y Lorenzo Ramírez.

Las noticias del día con César Vidal y María Jesús Alfaya.

El editorial de César Vidal.

Programa completo de La Voz de César Vidal publicado el viernes 27 de septiembre de 2019.

Otro problema que plantea el Corán como fuente es el de la ordenación de las suras.  De una extensión bastante similar a la del Nuevo Testamento, el Corán contiene una serie de textos que se interpretan convencionalmente como el conjunto de revelaciones recibidas por Mahoma a lo largo de un par de décadas y comunicadas por éste a sus contemporáneos.   Para el lector inexperto, la obra puede parecer en un primer acercamiento desprovista de coherencia.  Los fragmentos fundamentalmente poéticos se alternan con normas no del todo sistematizadas que van del derecho de familia al de sucesiones pasando por el de guerra.  Para colmo, las disposiciones parecen incluso contradecirse.  En realidad, esa impresión se desprende fundamentalmente de la ordenación que presenta el Corán.  

Con Sagrario Fernández-Prieto.

Las noticias económicas del día con César Vidal y Lorenzo Ramírez.

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