No fue tan rosa, pero tampoco resultó tan negro. A cuarenta años de distancia, seguramente lo más triste es lo que pudo ser y no ha sido ni de lejos y la ilusión y la inocencia que se han llevado por delante.
Sobre el tema departimos Pedro Tarquis y yo, como tenemos por costumbre. Espero que lo disfruten. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!