Reconoce, por supuesto, que “aquí entre las sombras viviendo en una tierra solitaria con extraños somos una banda de peregrinos en movimiento. Sí, estamos cargados de pesares… pero buscamos una ciudad construida arriba”. Precisamente por ello, con alegría, podemos decir que “buscamos una ciudad donde nunca moriremos y con todos los millones que hay allí nunca diremos adiós. Sí, allí nos reuniremos con el Salvador y también con nuestros seres queridos. ¡Oh, ven Espíritu Santo y renueva todas nuestras esperanzas!”.
La letra de la canción me parece difícilmente mejorable. Si tengo que juzgar por mi, sé de primera mano lo que es la persecución, la inclusión en listas negras, la persecución por grupos terroristas, las amenazas, el riesgo de la propia vida, el exilio… y otras cosas poco agradables. En cuanto a lo que tenía en mi nación de origen, lo abandoné hace tiempo a sabiendas de que no lo recuperaré porque decidieron hace tiempo quitármelo. Y, sin embargo… sin embargo, no lo lamento ni un solo instante. Primero, porque me consta que muchos cristianos en todo el mundo están sujetos a pruebas muchos peores frente a las cuales m situación es la de un privilegiado. Pero además es que yo sé que lo importante para mi – y para los que de verdad creen en Jesús el mesías – es que me espera una ciudad arriba no construida con manos humanos. Como dice la carta a los hebreos – notable que estuviera escrita para judíos – en su capítulo 13 y versículo 14, “no tenemos aquí una ciudad permanente, sino que buscamos la que está por venir”. En esa ciudad, como dice muy bien esta alegre canción, nunca moriremos, nos encontraremos con gente querida e incluso veremos a Jesús que nos salvó. Hasta entonces, lo mejor que podemos hacer es pedir cada día al Espíritu Santo que renueve nuestras esperanzas porque, al depender del Señor, no se verán defraudadas.
La versión que he elegido es una interpretada en directo por el genial Jerry Lee Lewis, ese cantante sureño que toca el piano hasta con las nalgas y que, el próximo mes de octubre, publica su enésimo álbum demostrando que con más de ochenta años se puede estar genialmente en activo.
Este sábado les invito, de manera muy especial, a que escuchen esta canción rezumante de alegría. Es el gozo del que sabe que es verdad lo anunciado y que, un día, lo vivirá. Les invito también a que conviertan esa alegría en propia porque si no lo es todavía puede serlo. También ustedes pueden llegar a habitar en esa ciudad construida allá arriba. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Y aquí va Jerry Lee Lewis… Extraordinario como siempre.