El cristianismo es, por encima de todo, el Amor de Dios en acción. Todos y cada uno de los seres humanos que han existido, existen y existirán somos pecadores que no podemos pensar en salvarnos por nuestros medios, pero que, por encima de todo, no pasamos de ser mortales aquejados por las peripecias de esta vida. Si podemos remontar esa situación – que puede ser terrible – es por el Amor de Dios, un amor que se mostró de manera incomparable en la cruz del Calvario y que nos da perdón inmerecido, apoyo increíble, poder inmenso para discurrir por este mundo y esperanza que no se marchita hasta que lleguemos allí.
Esta canción me entusiasma precisamente porque señala esa indescriptible realidad. Es el Amor de Dios – cuando nada más puede ayudarnos – el que puede levantarnos de donde estamos. Es mi experiencia. Es la de muchos otros y cuando uno ha vivido esa situación no hay palabras para describirla de manera cabal. Si cualquiera de los que lee este post no lo ha vivido, deseo invitarlo hoy a hacerlo. Olvídese de sus prejuicios, de lo que hayan podido enseñarle hombres que sólo han querido someterlo a su dominio, de tradiciones pesadas, de tantas cosas que sólo llevan a la esclavitud espiritual y vuélvase a Dios para que Su amor lo levante de cualquier situación en que pueda estar hundido. No se arrepentirá. Los dejo con dos versiones de esta melodía que dice eso mismo. La primera versión está interpretada por ese público maravilloso que va a los programas de Bill y Gloria Gaither; la segunda por Kenny Rogers en la que creo que fue su primera – y peculiar - incursión en el terreno del Gospel. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Aquí están Bill and Gloria Gaither
Y éste es Kenny Rogers