El texto, extraordinariamente hermoso, señalaba como la autora quería estar más cerca de Dios aunque eso significara que fuera una cruz la que, levantándola, la acercara o aunque, errante, el sol hubiera descendido y sobre ella sólo hubiera oscuridad y su único descanso fuera una piedra. La autora manifestaba su confianza en que todo lo que llega, por una u otra razón, es dado misericordiosamente por Dios. Ahora transitamos un camino no siempre fácil en el que lo que necesitamos es estar cada vez más cerca de El, pero un día estaremos a salvo y descansados en el hogar del Padre, seremos perfectamente bendecidos en el amor del Salvaor y era tras era estaremos más cerca de Dios.
Con ese contenido, no sorprende el inmenso éxito de esta canción. Son muchos los que insisten en que fue la última que interpretó la orquesta del Titanic precisamente mientras se hundía el barco – algo que reconocieron los crecidos en una cultura protestante cuando vieron la famosa película, pero que se escapó totalmente a los insertos en otro contexto espiritual - y Ted Turner, hace años, ordenó que se grabara para ser emitido por su holding mediático justo en el momento en que llegara el fin del mundo.
He escogido una versión clásica de un coro menonita, otra en español y la famosa de Titanic. Sin embargo, quisiera insistir en no tiene mucho sentido dar un significado exclusivamente escatológico – aunque puede adquirirlo también legítimamente – ya que la canción señala una realidad maravillosa que muchos experimentamos a diario, aquí y ahora. Incluso en las situaciones más difíciles, más duras, más ingratas podemos sentir que Dios está muy cerca, que cuida de nosotros y que todo tiene un propósito. Puedo dar fe de ello por mi experiencia personal en infinidad de ocasiones, pero – quiero recalcarlo – esa experiencia es la de millones de personas a lo largo de los siglos. Quizá el que me lea ahora se encuentre necesitado de sentir esa cercanía de Dios en tiempos muy difíciles. Quiero que sepa que puede acércarse a Dios. De manera sencilla, sin usar fórmulas ni repetir oraciones. Sólo con las palabras que utilizaría para dirigirse a un amigo. Dios lo escuchará. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios lo bendiga!!!
Esta es la versión de los Sharon Mennonite Singers
Esta es la versión en español
Y aquí va la versión de Titanic