De repente, estando al lado de alguien a quien aprecio, incluso a quien amo entrañablemente, no puedo dejar de preguntarme si me encontraré con esa persona al otro lado o, desgraciadamente, no será así. Puedo contar – aunque no del todo y evitando detalles – que en cierta ocasión en que estuve al borde de la muerte no vi ni túnel ni luz cegadora, pero sí contemple un río y a gente que estaba al otro lado. Desde entonces no he podido dejar de unir esa experiencia con la letra de esta canción.
Porque la realidad que expresa es muy clara. Un día, tarde o temprano, moriremos y mientras que aquellos que hayan sido aceptados por fe el sacrificio expiatorio de Jesús en la cruz estarán para siempre con Dios, aquellos que no hayan sido salvados por el mesías, se verán alejados de él también para siempre. En cierta ocasión, hablando con persona muy cercana a mi y que siempre se portó magníficamente conmigo, no pude evitar decirle que me causaría un inmenso pesar el no poder encontrarme con ella después de la muerte. No sólo eso. Apenas pude contener las lágrimas mientras se lo decía. Todavía cuando pienso si me encontraré en ese río con alguien deseo de todo corazón que la respuesta sea afirmativa.
Les traigo este sábado cuatro versiones. Una, entonada por el actor Burl Ives, es clásica. La segunda y la tercera de Randy Travis y del programa de los Gaither son adaptaciones notables. Finalmente, les incluyo una versión en español. El himno es hermoso, pero debo señalar que las versiones en español que he encontrado en internet no son precisamente buenas.
Espero que disfruten de la canción, pero lo más importante, a mi juicio, no es su música ni el río, el túnel o el puente sino el encuentro con Dios tras la muerte. Reconozco que me causaría un hondo pesar no reunirme con algunos de ustedes en las márgenes de ese río. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Esta es la versión de Burl Ives
Ésta es la de Randy Travis
Aquí va una versión cantada en uno de los programas de los Gaither
Una versión clásica en español