Porque la realidad que expresa es muy clara. Un día, tarde o temprano, moriremos y mientras que aquellos que hayan sido aceptados por fe el sacrificio expiatorio de Jesús en la cruz estarán para siempre con Dios, aquellos que no hayan sido salvados por el mesías, se verán alejados de él también para siempre. En cierta ocasión, hablando con persona muy cercana a mi y que siempre se portó magníficamente conmigo, no pude evitar decirle que me causaría un inmenso pesar el no poder encontrarme con ella después de la muerte. No sólo eso. Apenas pude contener las lágrimas mientras se lo decía. A día de hoy, esa persona – a la que aprecio entrañablemente – no ha dado ese paso. Todavía cuando pienso si me encontraré en ese río con alguien deseo de todo corazón que la respuesta sea afirmativa.
Les traigo este sábado tres versiones. Una, entonada por el actor Burl Ives, es clásica. La segunda y la tercera de Randy Travis y del programa de los Gaither son adaptaciones notables.
Espero que disfruten de la canción, pero lo más importante, a mi juicio, no es su música ni el río, el túnel o el puente sino el encuentro con Dios tras la muerte. Reconozco que me causaría un hondo pesar no reunirme con algunos de ustedes en las márgenes de ese río. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Esta es la versión de Burl Ives
Ésta es la de Randy Travis
Aquí va una versión cantada en uno de los programas de los Gaither