Descendía de judíos rusos que se habían asentado en Estados Unidos, pero la religión de su familia no le había producido ese sosiego y esa plenitud espiritual que buscaba. Tampoco lo recibió del budismo que estudió en el Japón cuando era una adolescente y después una veinteañera y lo mismo puede decirse de la búsqueda a través de las drogas psicodélicas en California. Ni el judaísmo, ni el orientalismo ni las drogas habían logrado satisfacer sus ansias espirituales.
En 1972, encontró a Keith, el que sería su esposo y, ahora con él, continuó aquel camino en pos de la Verdad. La encontraron los dos en 1975, en el curso de un estudio bíblico. Porque no hallaron una nueva religión sino una relación personal con Dios. El encuentro con Jesús cambió radicalmente las vidas de Melody y Keith que, de manera casi inmediata, tras su conversión, iniciaron una obra de evangelización entre madres solteras adolescentes, vecinos y drogadictos. Fue entonces, en 1977, cuando Melody escribió esta canción que tenía un título evidente: Hay un redentor.
Es cierto que mujeres que no tienen quién las ayude con sus hijos, que los que están atados por las toxicomanías, que incluso los vecinos más cercanos pueden llegar a la conclusión de que no existe esperanza en un mundo hostil de ruidosa, pero innegable soledad. Sin embargo, a todos ellos hay que anunciarles que hay un Redentor. Jesús sigue siendo la presencia de Dios en este mundo y Su Espíritu Santo puede transformar cualquier existencia mucho más de lo que podamos imaginar.
De manera curiosa, en la letra de la canción de Melody, Keith escribió la tercera estrofa que dice: “Thank you oh my father, For giving us Your Son, And sending Your Spirit, ‘Til the work on Earth is done” (Gracias, oh mi Padre por darnos a Tu Hijo y por enviar Tu Espíritu hasta que concluya la obra en la tierra). En 1982, en pleno éxito espiritual y musical, Keith falleció en un accidente de avión junto a dos de sus hijos. Su obra en esta tierra había concluido y Dios lo esperaba en la otra orilla junto a dos de sus seres más queridos. Melody continuó el servicio en el Señor en que habían estado juntos durante años.
No tengo noticia de que este hermosísima canción tenga versión en español aunque la verdad es que es muy popular en medios evangélicos de habla inglesa. Yo les incluyo dos versiones. Una está interpretada en Marshall Hall; la otra fue entonada por el mismo Keith Green. Espero que las disfruten y, sobre todo, que, si no la han experimentado, puedan aceptar la indescriptible redención que Dios ha dispuesto en Jesús el mesías. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Ésta es la versión en Marshall Hall
Y ésta es la original cantada por Keith Green