Lejos de lo contenido en la leyenda rosada de la Conquista, Poma de Ayala pudo mostrar en su Nueva Crónica y buen gobierno cómo no sólo los encomenderos explotaron laboral y sexualmente a los indios de manera sistemática y cruel sino también como la misma conducta denigrante fue perpetrada por los frailes de los que incluso da los nombres. Sólo los que ignoran las propias fuentes de Indias – españolas e indígenas – pueden permitirse negar esa realidad sin cuyo reconocimiento es imposible comprender el pasado y el presente no sólo de Hispanoamérica sino de la misma España. Guamán pagó cara su voluntad de decir la verdad. No sólo nadie escuchó sus sugerencias para un buen gobierno que acabara con la opresión terrible a que estaban sometidos los indígenas sino que fue despojado de todos sus bienes y se vio obligado a un exilio para evitar males mayores. Su historia suena, lamentablemente, familiar.