Doy gracias por encontrarme entre estos últimos. Cuando estalló la crisis, se hubiera dicho que me quedaría, no confinado, pero sí enclaustrado, en Estados Unidos y no podría acceder a las invitaciones que recibo de las naciones situadas al sur del río Grande. Se hubiera dicho, pero habría sido una gran equivocación. La realidad es que se multiplicaron las posibilidades de servir a esas naciones hermanas. Si antes, mis viajes quedaban limitados a una vez al mes y a un solo lugar, ahora, prácticamente, no hay un solo día en que no viaje a algún punto del globo – a veces más – para poder dictar conferencias, enseñar seminarios o atender entrevistas. Una de las conferencias que me resultó más grato impartir tuvo como escenario el CARI (Consejo Argentino para las relaciones internacionales) que me solicitó disertar sobre la supervivencia de las democracias. Las gentes del CARI tienen un nivel verdaderamente extraordinario y siempre que he atendido a sus invitaciones en Buenos Aires para pronunciar conferencias relacionadas con temas de política internacional se han revelado para mi como ocasiones recíprocas de satisfacción intelectual. Esta vez lo fue incluso con más razón si cabe. Aquí les dejo con la conferencia y espero que la disfruten. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Éste es el video