ESOPO
Los griegos se preocuparon de un modo muy especial de la formación moral del hombre y de orientar su conducta con relatos breves, fáciles de retener en la memoria.
La forma más ejemplar son las fábulas griegas que han marcado la cultura europea con su carácter popular y moralizante, imitado y recreado por autores de otras épocas, como La Fontaine en Francia o Samaniego en España.
El primer y gran fabulista es Esopo que con su ingenio agudo y su estilo breve y sencillo logra en cada una de sus fábulas una pequeña obra maestra llena de intención y de saber popular. Nuestro clásico de hoy es Esopo al que debemos más de lo que muchos, quizá, recuerden.