Hoy vamos a dejar las calles donde los juglares se ganaban la vida con sus cantares y vamos a detenernos en el “mester de clerecía”, que no era sólo oficio de clérigos, sino de las personas que se dedicaban al estudio y querían distinguir su oficio del que llevaban a cabo los juglares, que para ellos era descuidado y anárquico.
La escuela de clerecía surge en Castilla durante el siglo XIII y se extiende a lo largo del XIV. Termina cuando ya cerca del 1400, el contacto con Italia y las formas de vida, traiga nuevos gustos en las métricas y en los temas.
El primer poeta, incluso el poeta por antonomasia del Mester de Clerecía es Gonzalo de Berceo, del que hablaremos en el programa.