Por ejemplo, unas escaleras mecánicas que permiten subir de la manera más cómoda desde las orillas del Tajo hasta, prácticamente, la plaza de Zocodover o un trenecillo que sale de este mismo enclave y que rodea la ciudad permitiendo ver el puente de Alcántara, el Alcázar, la puerta Bisagra o los cigarrales. Aunque el tiempo era limitado, los asistentes disfrutaron de una visita guiada por Samuel del Coso de la que regresaron encantados y de ese periplo en tren que es enormemente grato. La excursión no estaba inicialmente pensada, pero ¿cómo no llevarla a cabo con lo hermoso que es Toledo – la única ciudad en el mundo que tiene un cielo como el de Jerusalén – y lo cerca que se encuentra del lugar del campus? Por supuesto, compré mazapán para mis padres… cualquiera no lo hace.
Por la tarde, además del taller literario de doña Sagrario, la gente disfrutó de dos ponencias relacionadas con el periodismo y la literatura espiritual, esta última pronunciada por Miguel Díez. Luego, mientras Gabino Fernández repartía gratis DVDs de la película Damasco realizada en Siria, la gente se fue acomodando para disfrutar del programa La Voz en directo. Hoy debo reconocer que resultó especialmente agradable porque doña Sagrario recomendó la Odisea y yo me empeñé en pronunciar mi tesis de que el libro lo escribió una mujer.
Mañana, tenemos la excursión a Madrid para ver la exposición sobre la Inquisición de la Biblioteca Nacional y realizar un recorrido por los lugares donde la pavorosa institución actuó en la capital de España. Me he retirado pronto porque debo salir de aquí sobre las 7.30 de mañana para acudir a una cita previa. El día de mañana – además de la excursión tenemos comida en un restaurante excelente y noche de teatro – promete ser todavía mejor que los anteriores. Como durante todo el campus. De hecho, desde ayer ya estamos comentando las posibilidades para el próximo y comenzando a planificar un viaje a Israel. Que sea lo que Dios quiera… God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!