Comenzamos la jornada viendo la película Don Quijote de la Mancha protagonizada por Rafael Rivelles y donde aparece una jovencísima Sara Montiel encarnando a la sobrina del hidalgo. Posiblemente, sea la versión cinematográfica mejor de la novela cervantina y la gente la disfrutó. Acto seguido, yo tuve una ponencia sobre El cosmos social del Quijote seguida por un amenísimo coloquio donde no sólo se esclarecieron muchos aspectos de la vida en los Siglos de Oro sino que además se pudo comprender mucho de lo que sucede a día de hoy en España. El hidalgo deseoso de vivir sin trabajar o el cristiano viejo que podía ser analfabeto, pero se consideraba con derecho a todo porque, como decía Sancho, creía en todo lo que enseñaba la iglesia católica romana y era enemigo de los judíos son tipos que, con ligeras variantes, están todavía entre nosotros no causando precisamente el bien de la colectividad. Como remate de la mañana, doña Sagrario siguió con su taller de escritura que está teniendo un éxito extraordinario… pero era sólo el principio del día.
Tras la opípara comida, tuve el placer de hablar de grafología con algunos de los visitantes del campus – hoy llegó desde Bilbao Natalia para quedarse un día completo – y, sobre todo, comenzó el tiempo que con nosotros se ha quedado nuestra “psicóloga de guardia”, doña Pilar Muñoz. Que estuvo sensacional hablando a los asistentes de La escritura como instrumento de terapia es decir poco porque la gente quedó más que contenta. Luego mantuvimos un diálogo a tres bandas, doña Pilar, doña Sagrario y un servidor relacionado con la lectura como medicina del alma. El coloquio se alargó prácticamente hasta el inicio del programa de La Voz que comenzó hoy con un editorial sobre los refugiados y concluyó con la sección de psicología. Interesantísima ya que doña Pilar apuntó la tesis de que los reality shows son un laboratorio cuyos conejillos de Indias son los concursantes y cuya finalidad es examinar la respuesta de la población a determinados estímulos. No estoy seguro de que me convenciera, pero, desde luego, lo que relató fue sumamente sugestivo. Es cierto que abusamos de nuestra psicóloga mucho y más, pero ella estaba simpática y encantadora como siempre y la gente se sentía todavía más feliz que el día anterior.
Disfruté mucho la cena hablando con algunos de los vascos que han venido al campus y luego pasamos a la proyección cinematográfica de la noche: Los miserables. Se trata de la versión musical que es una bellísima película. Ha sido un día largo, pero fructífero.
Mañana además de ponencias, programa y películas tendremos excursión a Toledo porque no era posible no tenerla con la ciudad tan cerca. Ya les contaré, pero vaya por delante que estoy convencido de que el día de mañana superará al de hoy como ha sucedido desde que comenzamos el campus. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!