Por un tiempo, pueden ser considerados aliados más que valiosos y recibir abrazos de dignatarios importantes – como Donald Rumsfeld – y, no mucho después, pueden perder su utilidad y convertirse en epítomes del mal para dignatarios importantes – como Donald Rumsfeld – pasando del blanco al negro sin campo intermedio. A decir verdad, su maldad ya era conocida, pero, en un tiempo fue considerado un plus - lo que se tradujo en su supervivencia - y luego excusa suficiente para su derrocamiento. Naturalmente, no debería sorprendernos la desconfianza que ciertas naciones provocan en el Tercer mundo ni la dificultad cada vez mayor de encontrar dictadores sumisos – por ejemplo, para derribar a Maduro o a Evo Morales – teniendo en cuenta de que luego no existe garantía de que no los derribarán de la misma manera que ellos derribaron a otros. Es material para reflexionar. Disfrútenlo. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Aquí tienen a Alí el químico, sicario de Saddam Hussein