Pero hubo una época en que no fue así. Algunos éramos niños y nos enteramos de que había algo – o alguien – denominado astronauta o cosmonauta y también que, por imponerse en aquel empeño, rivalizaban americanos y soviéticos. Los recuerdos que me vienen de aquella época infantil me parecen hasta irreales.
Por ejemplo, el padre Santos llegó a decir en clase que no era cierto lo de la llegada del hombre a la luna y que, sin duda, había muchas exageraciones en lo que salía por televisión. Ya fuera de clase me siguió insistiendo en el tema porque “se lo había dicho un militar”. Yo creo que, en realidad, al padre Santos le chinchaba mucho que aquellas proezas las realizaran una nación comunista y otra protestante. Todavía si hubiera sido Italia o Portugal y no digamos España… Por cierto, hablando de Portugal, recuerdo que, al curso siguiente, el padre Blas me dijo que no veía ningún sentido en aprender lenguas modernas. “Como mucho el portugués…”, sentenció. Así estaba el patio en centros educativos privados – espero que no en todos – y, con ese contexto, ya puede uno imaginarse lo que fue la carrera espacial.
Claro que ese fenómeno fue algo muy diferente de lo que se contaba en España donde, por ejemplo, circulaba el bulo de que los soviéticos ya habían llegado a la luna, pero el astronauta “se había desintegrado” y donde la televisión española apenas unas horas antes de la llegada del Apolo XI a la superficie del satélite todavía advertía que podían llegar antes los astronautas de la URSS y agüarles la fiesta a los americanos… En fin, aquello fue importante aunque ahora con los drones, los satélites y otras sofisticadas formas de exterminar al prójimo de manera masiva no lo parezca tanto. Yo me sigo preguntando por qué no me dejaron quedarme levantado la noche en que Armstrong pisó la luna -cosa de cumplir las reglas, imagino – proporcionándome así un tema de que hablar durante años. Seguramente, el mundo no se hubiera colapsado y un niño se hubiera sentido feliz aunque se quedara dormido en la espera… Insisto: eran otros tiempos. Pero todo esto forma parte de lo sentimental. Lo histórico lo contemplarán en este programa de Corría el año… Espero que lo disfruten. God bless ya!!! ¡¡¡¡Que Dios los bendiga!!!