Colocado en la radio de la República popular china, durante un tiempo, estuvo encantado con sus correligionarios chinos, pero un día, por no recuerdo qué razón, lo enviaron al campo. Allí descubrió que los guardias rojos se acercaban a los enfermos y, para curarlos, les colocaban encima un ejemplar del Libro rojode Mao a la vez que recitaban algunas de sus máximas. Un cura de misa y olla con escapulario y jaculatorias no lo habría hecho mejor en el terreno de la superstición. Horrorizado por la distancia que existía entre esa conducta y el materialismo dialéctico, el compungido español decidió emigrar a Albania. La razón es que parecía que los comunistas albaneses sí eran serios. Allí, el comunista español se colocó también en la radio y sí, no se sintió decepcionado. El problema es que, al final, el comunismo también cayó en Albania. Sobre la Historia de esta nación balcánica y ese comunismo puro, versó este programa de Corría el año… Espero que lo disfruten. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!