Ha llegado ya a España la moda del Black Lives Matter, es decir, que las vidas negras importan. Personalmente, no tengo duda alguna de que las vidas negras – como las blancas o las amarillas – importan, pero tampoco se me escapa que al colectivo Black Lives Matter NO le importan la inmensa mayoría de las vidas negras. Permítanme dar algunos datos reveladores.
Palabras al aire con Sagrario Fernández-Prieto.
Las noticias económicas del día con César Vidal y Lorenzo Ramírez.
Las noticias del día con César Vidal y María Jesús Alfaya.
El editorial de César Vidal.
Programa completo de La Voz de César Vidal publicado el lunes 8 de junio de 2020.
Todos saben como, hace unos días, fue detenido en Minneapolis un hombre negro llamado George Floyd. Contaba con antecedentes penales y distintos periodos de encarcelamiento previos por robo a mano armada y posesión de drogas. En esta ocasión, supuestamente, había intentado pasar un billete falso de 20 dólares.
La siguiente sección del evangelio de Lucas discurre en torno a tres enseñanzas de Jesús relacionadas con la predicación de la Buena nueva y sus resultados. En primer lugar, aparece la parábola del sembrador (8: 4-15). Todo el mundo sabe que no todas las personas responden de la misma manera al anuncio del Evangelio. Igual que el sembrado siembra y obtiene resultados muy distintos según donde cae la semilla, también algunos escuchan, pero, sin duda, el Diablo se lleva lo que han escuchado y no llegan a creer y salvarse (8: 12); otros escuchan con gozo la Palabra, pero se apartan cuando se pone a prueba lo que han creído (8: 13); otros oyen, pero las preocupaciones, los deseos de enriquecerse o los placeres impiden que den fruto (8: 14) y, finalmente, están los que retienen lo que han escuchado y dan un fruto que no es ocasional sino perseverante (8: 15).
No faltan las personas que consideran que no tendrían inconveniente en servir a Dios si Este no los obliga a moverse de su sitio. En otras palabras, la relación con Dios puede resultar buena, incluso gratificante siempre que no esté unida a demasiado movimiento y mucho menos a cambios que puedan apartarnos de nuestras raíces y nuestro entorno. Puedo comprender que haya gente que piense así, pero su visión de las cosas no puede ser más distante de la realidad. Jesús no llamó a la gente a quedarse tranquila donde estaba sino a seguirlo aunque eso significara dejarlo todo. La vida del que cree en Jesús es seguimiento y el seguimiento es imposible cuando se está cómodamente tumbado en un sillón. Seguir es seguir y ese seguimiento puede incluir la muerte más vergonzosa de la época como era, en tiempos de Jesús, la crucifixión. ¿Qué hacer, pues?