Resulta más que interesante la manera en que la iglesia católica se ha ido adaptando en las últimas décadas a lo que sea con tal de conservar un cierto peso en la política mundial.  Esa ha sido su conducta durante siglos y explica porque lo mismo se ha enmaridado con el comunismo cuando parecía que de ello derivaría beneficios que ha apoyado dictaduras militares que se ha subido desde hace décadas al tren de la agenda globalista.  Me hubiera gustado desarrollar más ese tema en esta exposición, pero no fue posible.  Con todo, la visión es bastante amplia y espero que, de todas formas, la disfruten.  Y aprovecho para decirles que en este mes de agosto seguirá habiendo posts hasta acabar este seminario.  Espero que lo disfruten.  God bless ya!!!  ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!

He decidido que puedan ustedes ver todos los episodios de esta serie aunque sea adentrándome en el mes de agosto y suprimiendo secciones fijas.  Hoy además entramos en un área de enorme interés. Sobre el Concilio Vaticano II van a seguir golpeándose los fieles católicos en las próximas décadas divididos entre los que piensan – con razón – que implicó que la iglesia católica dijera blanco donde había dicho negro; los que creen – con razón - que, salvo cambios cosméticos no se llevó a cambio ninguna reforma y los que sostienen – con razón – que se cambió lo suficiente para que todo siguiera igual.  Las tres posiciones tienen mucho de razón y dejan de manifiesto algo que ha sucedido con la iglesia católica desde hace siglos y es que, ante un mundo que cambia, cambia también lo suficiente para estar en la línea del poder hegemónico.  Con una guerra ganada por la mayor democracia de la Historia y por la Unión soviética, la iglesia católica tuvo que aceptar a regañadientes la libertad religiosa que siempre había combatido a sangre y fuego y el abandono formal del antisemitismo.  Da sudores pensar que hubiera venido de haber ganado la guerra Hitler y Mussolini.  Lo que ha venido después es harto interesante.  Espero que lo disfruten.  God bless ya!!!   ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!

Mucha gente no es consciente de hasta qué punto sus ideas – que encima se creen que son geniales y originales – son materia rancia, que huele a naftalina y que además ha sido desmentida hace tiempo.  Algo podrán ver al respecto en esta sesión dedicada a la neo-ortodoxia.  Espero que la disfruten.  God bless ya!!!  ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!

Es esta una exposición relacionada con el texto del Nuevo Testamento.  Escocerá, sin duda, a los que están impulsando versiones de la Biblia deplorables.  El otro día, me contaba una amiga católica que había preguntado a un sacerdote experto en el texto griego si determinada traducción católica era fiel al original.  El clérigo le había contestado que “ni de lejos”.  Si acaso el texto era una reformulación de lo que decía el Nuevo Testamento a ver si así arreglado los fieles católicos se le acercaban.  En el mundo protestante, no se ha llegado todavía a ese extremo – aunque alguna traducción se aproxima – pero la edición de versiones del Nuevo Testamento sobre la base de un texto mutilado y sin fiabilidad, como en el mundo católico, ya es una realidad.  Espero que esta exposición los ayude a verlo.  God bless ya!!!  ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!

No cabe duda de que el que no se consuela es porque no quiere y si eres una inútil total  convertida en superministra es para estar agradecida para siempre jamás al Gran Arquitecto.

Seguramente, todo se habría evitado si en 1984, Jordi Pujol hubiera respondido ante la justicia por su implicación en el escándalo de Banca Catalana.  No fue así por una siniestra conjunción de intereses políticos.  Algún día sabremos si la decisión de salvarlo vino del gobierno de Felipe González o, seguramente, de más arriba, pero lo cierto es que Pujol pudo eludir la acción de la justicia y después todo fue coser, corromper y robar.  No era poco para alguien cuyo Programa 2000 constituía una bomba de relojería que permitía comprender que los nacionalistas empujarían a Cataluña hacia la independencia quisiera o no y cuya gestión fue un ejemplo repetido de cómo saquear a todos, dentro y fuera de la región, vía presupuesto.  Durante un cuarto de siglo, Pujol decidió quién publicada y quién emitía, quién podía abrir la boca en Cataluña – y no sólo en Cataluña – y a quién se la cerraban, quien recibía un premio y quién no podía ni olerlo.  Era un cacique miserable con un poder tan grande como inmensa era su canijez moral y política.  Todavía sigue jactándose de cómo sacó los higadillos al conjunto de los españoles gracias a las capitulaciones de Aznar.  Total con mantenerse bien con el monarca y los obispos – dos de las grandes desgracias de milenios de Historia española – tenía bastante.  Parecía que nunca le iba a llegar y, sin embargo, le ha llegado. 

Como vimos en la última entrega saber qué clase de mesías era Jesús resultaba indispensable para comprender su conducta y enseñanza, pero, no menos importante, era lo que eso significaba para los discípulos porque su vida debía amoldarse a las características de su Maestro.  Parece algo elemental, pero lo cierto es que no pocas personas que afirman ser cristianas viven una vida que poco o nada tiene que ver con la de Jesús.  Precisamente, los episodios que aparecen a continuación en Lucas apuntan en esa dirección.  El Hijo del Hombre sería entregado en manos de los hombres con trágicas consecuencias (9: 44).

La labor historiográfica de Lucas resulta verdaderamente espectacular.  Fue mucho más exacto – así nos lo ha mostrado la arqueología – que historiadores clásicos como Tácito o Suetonio.  Por añadidura, a su rigor y esfuerzo debemos el conocer no pocos materiales relacionados con la vida y la enseñanza de Jesús.  El catedrático de la universidad hebrea de Jerusalén, David Flusser, sostenía que su evangelio había sido el primero en escribirse y que los demás derivaban de él.  No suscribo esa tesis, pero, ciertamente, Lucas – al que seguimos estudiando los domingos en este blog – fue un historiador excepcional y su obra se redactó apenas unos años después de la vida de Jesús.  Espero que disfruten esta sesión.  God bless ya!!!  ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!

 Hemos llegado a los ataques contra el Nuevo Testamento y comenzamos con los Evangelios y su fiabilidad.  Espero que lo disfruten.  God bless ya!!!  ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!

El cine israelí no tiene la altura del americano, del indio o del ruso y, por añadidura, es poco conocido.  Sin embargo, es origen de películas de enorme interés muy críticas – y veraces – sobre Oriente medio y aunque solo fuera por eso, dignas de verse.  Baste decir que, por ejemplo, ese cine es bloqueado por comunidades judías en el extranjero – en Estados Unidos, sin ir más lejos – precisamente porque deja de manifiesto una realidad que no se corresponde con la propaganda.  Un ejemplo de ese cine crítico, inteligente y realista es Sallah.  Protagonizada por Topol – que saltaría a la fama internacional encarnado a Tevie en El violinista en el tejado – Sallah cuenta la historia de una familia de sefardíes procedentes del norte de África que llega a Israel y tiene que integrarse en su nuevo país.  El guion – escrito por el humorista israelí Efraim Kishon – señala con un humor extraordinario la realidad de Israel.  Nos encontramos con esos funcionarios que reciben a judíos americanos que han donado dinero para plantar árboles en Israel y a los que se enseña siempre el mismo lugar aunque cambiando pertinentemente el cartel con el nombre para satisfacer su vanidad; con esos políticos que visitan a los inmigrantes para comprarles el voto a cambio de regalos surgidos del presupuesto público; con esos burócratas sin corazón y, al parecer, sin cabeza; con ese socialismo – en este caso, el de los kibutzim – en el que el bien común no existe porque no existe el bien individual y donde la gente se suma ovejunamente a la masa y con un largo etcétera israelí que podría también ser universal y podría verse en la España o en los Estados Unidos de hoy en día.