Para muchos durante siglos, el cristianismo ha sido una fe rezumante de tristeza. Se les ha enseñado y han creído que, por ejemplo, flagelándose o colocándose un cilicio podían agradar a Dios. Yo mismo he escuchado a personas que se colocaban piedrecitas en el zapato convencidas de que de esa manera su sufrimiento complacía a Dios o a la Virgen.
Corría el año 2013, mi exilio estaba a sólo unos meses de distancia – aunque yo lo ignoraba – e invité a Santiago Abascal para una entrevista.
A finales del año pasado, el parlamento israelí aprobó una ley que, bajo capa de ordenación urbanística, abre la puerta al desplazamiento de palestinos de territorios ocupados en Cisjordania y la construcción de nuevos asentamientos para israelíes.
La semana pasada, tuvieron ustedes la oportunidad de ver la primera parte de nuestro acercamiento a la guerra de la independencia española. Espero que disfruten de esta segunda. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Era yo muy joven, tanto que no había llegado a la mitad de mi vida. Me encontraba en Lausana, en una reunión internacional de jóvenes evangélicos. Era uno de los últimos días de diciembre de 1979.
Hace décadas, en la época en que ejercí la abogacía, rendí mis servicios en el turno de oficio del Colegio de Abogados de Madrid. Era yo el colegiado 18.987 y comencé a vestir la toga - ¡cómo pasa el tiempo! - en 1980. Los casos que llegaban eran, no pocas veces, conmovedores.