Una noche, antes del estudio bíblico, comenzó a cantar una joven y, apenas había comenzado, unas de las cuerdas de su guitarra saltó. Tras intentos infructuosos por arreglar la situación, la muchacha decidió interpretar el tema con solo cinco cuerdas. Se trataba de una de las canciones que más adentro llevo en el corazón porque contiene las palabras de Jesús incluidas en el Sermón del Monte que instan a buscar primero el Reino de Dios y su justicia porque todo lo demás ya será añadido.
Las gentes se ve arrastrada por la ansiedad, por la angustia, por la zozobra. Es bastante lógico que así sea porque no conocen otra cosa salvo lo que dicen los medios y los políticos. Sin embargo, Jesús enseña que aquellos que tienen a Dios por Padre vivirán algo muy diferente porque ese Padre sabe lo que necesitamos mejor que nosotros mismos.
No sólo es que creo con todas mis fuerzas en la veracidad de esa enseñanza de Jesús, es que mi vida es incomprensible sin referencia a ese principio. Para mi, desde hace mucho, lo más importante es buscar el Reino de Dios y su justicia y rara es la vez en que me despierto en medio de la noche y no oro para pedirle a Dios que me ayude en esa tarea. El resto es absolutamente secundario si es que llega a eso.
La canción de Karen Lafferty – ella era la joven cantante y compositora cuya guitarra perdió una cuerda - ha sabido transmitir, de manera dulce, casi deliciosa, la inmensa paz que a mi me supone el aferrarme a esas palabras de Jesús. Me consta que otros han identificado el Reino de Dios con la Inquisición, con los Estados pontificios, con una iglesia… nada más lejos de la Verdad. Semejantes fenómenos no son sino sucedáneos diabólicos de la realidad que es Jesús. El Reino de Dios se halla donde se reconoce al mesías como rey verdadero y se vive de acuerdo a sus enseñanzas y no a las tradiciones humanas. Estoy convencido de que no existe manera mejor de existir que buscando ese Reino y su justicia. Hoy incluso quisiera invitarlos a que si no lo han hecho, lo hagan ya. Dejen atrás religiones y mandatos de hombres, enseñanzas estériles y jerarquías, autojustificaciones y orgullos espirituales y, tras reconocer que no se merecen entrar en el Reino y que sólo son pecadores, entren en él, ya, ahora. No lo lamentarán. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Aquí tienen la versión de Karen Lafferty
www.youtube.com/watch?v=EsCAiNy_hrI
y esta versión es en español