En las semanas anteriores, hemos tenido ocasión de contemplar cómo el pequeño reino de Judá sobrevivía a la amenaza del reino de Asiria y cómo, poco a poco, en el horizonte comenzaba a dibujarse la amenaza babilonia.
A mitad de estasemana se celebró un debate en Miami entre los aspirantes a la nominación demócrata, Bernie Sanders y Hillary Clinton. No voy a entrar en los detalles de la confrontación que fue extraordinaria.
La semana pasada falleció Nancy Reagan. Incluyó el obituario que al respecto escribí a petición del diario La Razón.
Como señalé en la entrega anterior, tras la desastrosa gestión llevada a cabo por el socialista Rodríguez Zapatero durante dos mandatos, la no menos incompetente actuación como presidente de Mariano Rajoy ha arrastrado a España a profundizar en los males previos conduciendo al sistema nacido durante la Transición a una situación de verdadera gangrena.
LOS PRIMEROS CRISTIANOS: LA IDEOLOGÍA DEL JUDEO-CRISTIANISMO EN EL ISRAEL DEL SIGLO I (X): LA CRISTOLOGÍA (X): Antecedentes de hipóstasis en el judaísmo precristiano
Como señalamos hace unas semanas, el reinado de Josías – un intento de regreso a las Escrituras por encima de la religiosidad popular y de la idolatría – significó un impulso de reforma en el seno del reino de Judá. Josías había subido al trono cuando Asiria comenzaba a desmoronarse, pero Babilonia aún no la había sustituido.
Tras el Gran martes, las primarias continúan en Estados Unidos y se afianzan dos conclusiones que señalé hace meses. La primera es que Trump no se ha desplomado sino que sigue ganando posiciones y la segunda es que a Hillary Clinton le está costando la nominación mucho más de lo esperado.