5. El Sermón del monte es una enseñanza de reconciliación
La comunidad de los discípulos es una comunidad en la que resulta muy importante el bienestar del hermano (Mateo 5: 22-24). Es así porque los que siguen a Jesús saben que han recibido el perdón de manera inmerecida y gratuita, una realidad que queda totalmente opacada para los que creen en la salvación por obras o en la práctica de ritos que, supuestamente, limpian los pecados. Precisamente porque se es consciente de que Dios nos ha dado gratis el perdón, podemos perdonar a otros (Mateo 18: 23-35). En esa reconciliación hacia arriba y hacia abajo queda de manifiesto la acción de Dios en las vidas humanas y la manera en que las cura y restaura.
6. El Sermón del monte es una enseñanza de cumplimiento
Durante siglos, el pueblo de Israel estuvo esperando el cumplimiento de las promesas de Dios. La llegada de Jesús implicaba la realización de aquellas esperanzas. De manera nada sorprendente, Jesús presenta el Sermón del monte como un cumplimiento pleno de la Torah cuya abolición no pretendía (Mateo 5: 17). Ese cumplimiento no es una continua especulación sobre aspectos de la Torah como la que encontramos en el Talmud, a fin de cuentas, sucesor directo de los fariseos. Por el contrario, se trata de ahondar en su esencia para vivir conforme al espíritu de la Torah y no sólo a la letra. Como veremos, Jesús enseñará a sus discípulos que ellos han escuchado no pocas enseñanzas, pero que él les dice algo mucho más profundo.
7. El Sermón del monte es una enseñanza de exceso.
No puede sorprender que partiendo de estas bases, algunos autores hayan definido el Sermón del monte como una enseñanza de exceso. Si por exceso se entiende la conducta de los fanáticos, de los enloquecidos, de los sectarios, ciertamente, no lo es. Si, por el contrario, como tal se comprende que va más allá de la conducta habitual en los seres humanos, la definición es correcta. Lo que hace el común de los mortales no puede ser la regla de la conducta de los discípulos de Jesús. Por el contrario, su mira debe estar en reflejar la bondad específica de Dios (Mateo 5: 46-7).
8. El Sermón del monte es una enseñanza de amor.
Partiendo de las bases señaladas no puede sorprender que si hubiera que definir la enseñanza del Sermón del monte con una sola palabra, ésta fuera el amor. Es un amor que no arranca de una visión humanista sino de la certeza de ser hijos de Dios y del deseo de asemejarse al Padre Dios que nos ama (Mateo 5: 45).
Precisamente porque el Sermón del monte es todo esto resultan inadecuadas las lecturas que del mismo han hecho personajes como Gandhi empeñado en detenerse sólo en los aspectos éticos. El Sermón del monte no es sólo un código ético sino la traducción vital de la conversión y de la relación personal con Dios como Padre en medio de una comunidad de hermanos. Es el fruto de una nueva vida en la que se cumplen las mejores características de la naturaleza de Dios y también las aspiraciones más elevadas del ser humano. Tendremos ocasión de verlo en las próximas semanas.
CONTINUARÁ