En realidad, nada de esto es nuevo y, como tantas atrocidades contemporáneas, contó con un precedente durante el nazismo. Los nazis legalizaron tanto el aborto como la eutanasia si bien, para ser ecuánimes, hay que señalar que fueron mucho más moderados en sus planteamientos que la inmensa mayoría de las legislaciones actuales incluidas las de las naciones democráticas. La presente película narra el salto cualitativo que, en un momento dado, se produjo en la Alemania nazi de la ley de eutanasia en su sentido estricto a su utilización para exterminar de manera masiva a personas que padecían algún tipo de minusvalía psíquica o física. De manera bien significativa, a esa matanza contribuyeron incluso médicos, enfermeras y hasta monjas convencidas de que evitaban los sufrimientos de los pacientes, monjas que, como la protagonista de la película, en un momento dado se sintieron aterrorizadas al ver que las supuestas líneas rojas se traspasaban sin el menor problema de conciencia. Racionalizar, al final, el exterminio de miles de seres humanos resultó más fácil de lo esperado, utilizar la neumonía como velo bajo el que ocultar los crímenes fue sencillo y racionalizar los asesinatos como una obra humanitaria se presentó, en general, como más fácil de lo que cabía esperar. Si en una sociedad que conservaba no pocos frenos morales e incluso entre clérigos se pudo avanzar con el programa de exterminio masivo en que acabó convirtiéndose la legalización de la eutanasia, da pavor pensar a donde podríamos llegar ahora en que una política ha podido anunciar en público que sería de desear que las madres que piensan abortar, esperen un poco y cedan a su hijo para realizar en él experimentos médicos. Y si aquello que entonces se ocultaba ahora se ha convertido en bandera, ¿qué cabrá esperar en el futuro? Merece la pena ver esta película y merece la pena verla no sólo por la reconstrucción meticulosa de lo que fue un episodio poco reflejado en la literatura y el cine sino, sobre todo, por la actualidad de los temas morales que plantea. Espero que los ayude a reflexionar. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Y aquí está la película