Otros datos proporcionados para fijar la fecha del nacimiento de Mahoma – por ejemplo, el año 24 del reinado de Anusirwan, rey de Persia – no nos acercan más a la certeza histórica. Como tampoco lo hace el que Musa b. Nawbajt, ya en el s. X, lo situara en el cambio de triplicidad de Escorpio. Demos, pues, como lo más posible que Mahoma nació a finales del s. VI d. de C., e incluso en el último cuarto sin intentar precisar más.
Los datos sobre sus parientes son más seguros aunque no puede decirse lo mismo de su valoración. Su padre era Abd Allah b. Abd al-Muttalib b. Hasim b. Abd Manaf[3], miembro del clan de los hashimíes, supuestamente poderoso otrora y ahora enfrentado con los omeyas o abdsamíes por el control del comercio de Siria. El nombre que recibió el niño fue el de Qutam, aunque éste ha quedado sustituido por Ahmad y Muhammad de donde viene nuestro Mahoma[4].
Tradicionalmente, las fuentes islámicas han insistido en la alcurnia de Mahoma. Hoy en día, sin embargo, existe una corriente sólida y cada vez mayor que considera exagerada esa pretensión[5]. Resulta más que posible que la familia de Mahoma no contara con la relevancia que se le adjudica en las fuentes – sí llegaría a tenerla con posterioridad – y también es notablemente discutible que la Meca tuviera un papel tan relevante en el comercio de la época[6]. Parece bastante posible que la familia de Mahoma tuviera contacto con alguna forma heterodoxa de cristianismo como el de los ebionitas, una secta judeo-cristiana que negaba la divinidad de Cristo [7]. Parece igualmente establecido que su padre Abd Allah contrajo matrimonio con Amina bint Wahb b. Abd Manaf, hija del jefe de los Banu Zuhra. La esposa quedó pronto embarazada – a los tres días del enlace, según una tradición tardía – y dio a luz a Mahoma. También según una tradición, por esa época, Abd Allah dio inicio a un viaje de negocios que debía conducirlo a Siria, pero, regresando, cayó enfermo y falleció en Yatrib. No resulta fácil determinar si Mahoma fue un hijo póstumo. Sí parece fuera de duda que quedó huérfano de padre a edad muy temprana. Según una tradición, por toda herencia, su padre dejó una esclava abisinia, cinco camellos y unas cuantas ovejas. Mahoma, un huérfano precoz, crecería sin la compañía de un padre.
CONTINUARÁ
[1] Sobre el tema, véase: A. L. de Prémare, “Il voulut détruire le temple. L´attaque de la Ka`ba par les rois yéménites avant l´islam. Ahbar et histoire » en Journal asiatique, t. 288, 2000, n. 2, pp. 261-367.
[2] Al respecto, véase: Ibn Warraq (ed), The Quest for the Historical Muhammad, Amherst, 2000, p. 103 ss.
[3] Sobre el padre de Mahoma, véase: M. Lecker, “The Death of the Prophet Muhammad´s Father: Did Wâqidî Invent Some of the Evidence”, Zeitschrift der Deutschen Morgenländischen Gesellschaft, 145, 1995.
[4] Ibn Warraq, The Quest…, p. 172.
[5] Idem, Ibidem, pp. 173 ss.
[6] Véase supra, pp. .
[7] J. Azzi, The Priest and the Prophet, Los Angeles, 2005, pp. 63 ss.