Con todo, lo verdaderamente magnífico es cómo consiguió fundir en una sola composición la enseñanza directa de la Biblia, el sentimiento más noble y la belleza más sublime. Ya algún otro sábado, he recordado alguno de sus himnos y hoy me permito hacer lo mismo con su Cristo el Señor ha resucitado hoy.
Sé que, desgraciadamente, hay personas que se creen cristianas y que andan a la busca de supuestas apariciones de los seres más diversos. En esa conducta no hay nada que ni de lejos se acerque al mensaje original del Evangelio. La única aparición que da sentido a la vida del cristiano es la de Jesús tras su crucifixión. El que Jesús se mostrara vivo, entre otros, a María Magdalena, a Pedro, a los discípulos de Emmaus, a Santiago, a todos los discípulos e incluso a más de quinientas personas de las que la mayoría estaba viva unos veinte años después (I Corintios 15: 1 – 9) es algo que cambia la Historia, pero, sobre todo, cambia la vida de aquellos que sacan las consecuencias adecuadas. Es también lo que nos impulsa a lanzar un grito de júbilo porque sabemos que nada concluye con la muerte, que tenemos una esperanza que va más allá de la tumba y que esa esperanza no es ni ilusoria ni vana porque Jesús – el único - regresó de la muerte. Pero no todo es cuestión de un futuro ultraterreno. También es un mensaje para este mismo momento: es más que posible vivir una vida nueva precisamente porque Jesús el mesías venció la muerte.
He escogido dos versiones de este magnífico himno. La primera, clásica, está interpretada por la Joslin Grove Choral Society; la segunda es una versión más moderna de la NCC Worship. Espero que disfruten ambas y, sobre todo, que aprecien el mensaje. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Ésta es la Joslin Grove Choral Society
Y aquí va la NCC Worship