Sin embargo, para mi – que en su día escribí una versión española de la canción – lo más importante es su mensaje sencillo y, a la vez, vital. El ser humano – por más que se empeñe en lo contrario – no puede dar nada a Dios. Carece de méritos propios que ofrecerle y mucho menos cuenta con ceremoniales, ritos o un listado de acciones que le permitan ganarse el favor de Dios. Le guste o no, todo es juicio o, por el contrario, gracia inmerecida en la relación entre Dios y los hombres. Jesús ofrece su mano a los seres humanos para que depositen la suya a su vez y confíen en él para el presente y el futuro. No les da un mapa – ni siquiera una brújula – para avanzar… pero sí les da la mano. Ahora cada cual ha de decidir si pone la mano en la de Jesús o prefiere seguir caminando por su propia cuenta.
Yo les dejo con tres versiones de la canción – ya percibirán que es una de mis favoritas – la original de Anne Murray, la extraordinaria de Elvis Presley y una del coro de jóvenes de una iglesia evangélica en Colombia. Espero que las disfruten todas. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Aquí está Anne Murray
Elvis que cada año canta mejor
Una notable versión juvenil hispana