A decir verdad, lo que resulta atractivamente hermoso en Jesús es su persona, su conducta y sus enseñanzas. Se podrá alegar además que en él se cumplieron más de trescientas profecías que lo señalan como mesías o que, como señalaron sus contemporáneos, sus hechos milagrosos, reconocidos incluso en el Talmud, indicaban la presencia de alguien sobrenatural. Sin embargo, lo que, al fin y a la postre, nos conmueve es alguien que puede leer el corazón humano, que no se deja enredar por los religiosos profesionales, que señala que si alguien cree que se salvará por sus obras se está cerrando la puerta de la salvación, que come con pecadoras y publicanos porque sabe que todos somos pecadores y no tenemos otra salida que la de arrojarnos en los brazos de Dios, que comunicó la enseñanza de mayor altura moral de la Historia y que fue consecuente hasta el último momento de tal manera que fue detenido, juzgado injustamente, torturado y ejecutado en el peor suplicio de la época. No sorprende que Dios lo reivindicara levantándolo de entre los muertos porque, ciertamente, la muerte no podía sujetarlo.
Es esa belleza – insisto, fundamentalmente, moral y existencial – la que recuerda esta canción. Les he reservado varias versiones. La primera la entona Janet Pascal en el programa de los Gaither y es la original, exactamente igual que la del Generation Gospel Choir. A continuación van dos versiones en español. La primera es un solo de Gabriela Benavente y la segunda es coral. Disfruten de ellas. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Aquí esta la versión de Janet Paschal en el programa de los Gaither
Y éste es el Generation Gospel Choir
En español, el solo de Gabriela Benavente
Y, también en español, esta versión coral