Todos sabemos que, a lo largo de nuestra vida, se presentan momentos de dificultad. En ocasiones, esa dificultad puede llegar incluso a lo dramático. En momentos así, las respuestas son diversas. Hay quien decide apoyarse en otros seres humanos y en instituciones. Eso si es que no cae en la desesperación. Sin embargo, algunos hemos experimentado a lo largo de nuestra existencia una alternativa diferente. Independientemente de lo que puedan hacer los demás, sabemos que podemos volvernos hacia Dios y decirle: Señor, toma mi mano. Toma mi mano no para que yo te arrastre a mis deseos sino para que Tu me lleves hacia Tus propósitos. Toma mi mano porque sin Ti guiándome me perdería. Toma mi mano para que no la ponga donde no debo agarrándome a propósitos indeseados e indeseables.
Esa visión es la reflejada en este maravilloso himno evangélico, un himno de humildad, de entrega, de confianza en el que se afirma, como enseñó Jesús, un claro hágase Tu voluntad así en la tierra como en el cielo.
Les incluyo una versión extraordinaria de la canción debida a los invitados siempre notables de Bill y Gloria Gaither. Disfrútenla, pero piensen sobre todo en su contenido. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Aquí están los Gaither.