Fue así como mi mirada se topó con la foto de una hermosa mujer rubia. Se llamaba Barbara Fairchild y yo ignoraba entonces su pasado como cantante country. Me limité a comprar la cinta y la primera canción que escuché fue una que realizaba un curioso paralelo entre esas instrucciones que siempre nos indican que lo que buscamos se encuentra torciendo a la derecha - ¿por qué siempre a la derecha? – y la manera de llegar al Padre.
La forma de llegar al Padre era exactamente la misma que Jesús había anunciado en Juan 14: 6: nadie puede llegar a El sino a través de Su Hijo. Fue exactamente lo mismo que enseñaron los primeros seguidores de Jesús. Pablo indicaría claramente que el único mediador entre Dios y los hombres es Jesús el mesías hombre (I Timoteo 2: 5) y lo mismo diría Pedro al subrayar que en ningún otro hay salvación salvo Jesús porque ese Jesús – y no él – es la piedra sobre la que se alza el pueblo de Dios (Hechos 4: 8-12).
Por regla general, las preguntas importantes tienen respuestas sencillas que, lamentablemente, los seres humanos van sobando y oscureciendo con el paso de los años. Si alguien desea conocer a Dios, el Padre, existe un camino – el único – que es Su Hijo. Ir por otro lado conducirá hacia otras direcciones más o menos entretenidas, pero, desde luego, no adecuadas. De la misma manera, si alguien desea obtener la salvación ofrecida gratuitamente en Dios, ésta sólo se encuentra en Jesús y no en instituciones humanas, en ceremonias o en ritos. Al final, como diría y cantaría Barbara Fairchild, es algo tan sencillo como preguntar una dirección y que te digan que sólo hay que torcer a la derecha y seguir recto.
No existe – bien que lo siento – versión en español de esta canción, pero les dejo con la original. Espero que la disfruten. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Aquí está Barbara Fairchild