La canción afirma que hay cosas que no haré y lugares a los que no podré ir. Sin embargo, hay algo mucho más importante que las acciones y los viajes. Mucho más importante es que Dios es real y no sólo lo es sino que se puede sentir Su presencia en lo más profundo de nuestra alma. Lo sabe cualquiera que sabe que sus pecados fueron llevados por Jesús o que contempla como el Espíritu Santo es una realidad en su vida. Y esa realidad supera cualquier entendimiento, cualquier razonamiento, cualquier discusión y cualquier descripción. Yo sabía lo que era esa realidad desde que me entregué a Él siendo un adolescente en 1977, pero millones de personas – algunas incluso son paseantes de este muro – conocen esa experiencia y saben que no sólo no exagero sino que mis palabras son muy pobres al mencionarla.
La he querido recordar esta mañana de sábado. Los que han pasado por esa experiencia y la siguen disfrutando saben de lo que hablo. Los que no han tenido esa vivencia… bueno, Dios los está llamando para que la tengan.
Los dejo con esa misma canción, la que cuenta precisamente todo esto. En su versión original la canta Jerry Lee Lewis en un recital memorable. Esta vez he dado además con una traducción al español, la interpreta Danny Berrios. Disfruten ambas y como siempre God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Aquí está Jerry Lee Lewis
Y aquí Danny Berrios