La Reforma, sin embargo, no sólo devolvió la música al pueblo sino que además le dio un impulso extraordinario de belleza, espiritualidad y elevación que perdura hasta el día de hoy.
Allá por los años setenta un cantautor llamado Larry Norman que deseaba acercar a la gente a Jesús valiéndose de la música volvió a repetir la frase de Lutero intentado expresar verdades eternas valiéndose del rock and roll. La distancia de los corales de Lutero o de Bach era inmensa, pero la idea seguía siendo la misma. Es absurdo que la buena música esté en manos del Diablo porque, al final, hasta los seguidores del Diablo acabarán ofreciendo sólo música mala como queda a la vista a día de hoy.
Les dejo con la canción de Larry Norman – que yo sepa nunca se hizo una versión española – y les animo a escuchar buena música compuesta para honrar a Dios y no para aburrir a las ovejas o repetir una y otra vez la misma frase como si se tratara de un mantra. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!
Y aquí está Larry Norman