A fin de cuentas es lo que es: un estudio bíblico que recupera la enseñanza de Jesús que no fundó una nueva religión – ni se le hubiera ocurrido jamás decir que la religión salva al hombre – que no creó una jerarquía eclesiástica con un colegio cardenalicio, que no estableció ningún sistema de ritos y ceremonias, pero que tuvo desde el primer día de su ministerio público un mensaje enormemente claro y preciso, un mensaje que sigue siendo actual dos mil años después. Los invito a que escuchen la exposición y reflexionen sobre ella. Por cierto, justo antes aparece un testimonio de una hermana de la iglesia donde la pronuncié. Merece la pena escucharlo como muestra de que Dios sigue activo y fiel a día de hoy. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!